“Tuvimos que sacar varias veces la camioneta con un tractor”, dijo ayer Ignacio Lima, director de Asuntos Vitivinícolas, al informar que ayer no se pudo realizar un relevamiento en las zonas afectadas debido a que la mayoría de las fincas continúan anegadas, además de estar cortados varios camiones de acceso por los árboles. De todos modos, Lima calculó pérdidas en unas 600 hectáreas de uvas finas y de exportación, y grandes pérdidas en zonas meloneras, olivícolas y de higos.