El Yoga es una filosofía, una ciencia, un arte; pero también una terapia que apunta a la salud del cuerpo, el equilibrio de la mente, la paz del espíritu. "Es preciso conceder el mayor énfasis a la práctica porque esta transforma el estado físico y mental del practicante. Uno de los principios del yoga es no buscar el fruto de las acciones, la práctica debe realizarse por si mismo sin importar el éxito o el fracaso", indica Patricia López, maestra de yoga.
Las clases integran :
– Asanas cuyos efectos son preventivos y curativos, su número es incontable y responden a las diferentes necesidades de los sistemas muscular, digestivo, circulatorio, glandular, nervioso, así como de otros sistemas del cuerpo. Estas proporcionan salud, belleza, fuerza, firmeza, ligereza, claridad de palabras, sosiego de los nervios y una alegre disposición.
– Pranayama aumenta la capacidad pulmonar con una consciente inspiración, retención, y expiración. Esta práctica desarrolla una mente estable, sólida fuerza de voluntad y un juicio firme.
– Pratyahara (focalizar) se trata de poner la mente y los sentidos bajo control, aquietar los sentidos y atraerlos hacia el interior conduciendo al practicante hacia lo divino.