Ulises es un caballo famoso, es que tiene un mellizo, una situación poco común en el mundo equino. Por su parte, Dulce sobresalió por ser la única mula entre todos los caballos. Pero, sin dudas, el más llamativo fue Mordiscón, un pony que trasladó a cuatro niños.

Todos se transformaron en las estrellas al tirar tres de los carruajes que participaron ayer en la XXII Atada de Carros Antiguos, que se desarrolló desde la Municipalidad de la Capital hasta el complejo turístico Ceferino Namuncurá, en San Martín.

La columna de carros de distintas épocas le puso colorido nuevamente a la Avenida Libertador, integrada por más de 60 carros, según informaron desde la Asociación Sanjuanina de Carruajes Antiguos.

Antes del recorrido por el centro, mientras los gauchos esperaban la largada, Bárbara y Valentina Castro, de 7 y 4 años, acariciaban a su caballo. “Ulises es mío. Es muy bueno, aunque es un poco mañoso”, decía Bárbara.

A su lado, el padre de la nena contaba que “es un animal tierno y un poco más chico de lo normal, es que nació con un mellizo y nunca terminó de desarrollarse. Lo mejor, es que con las nenas es muy manso”.

Frente a ellos estaba Dulce. La mula de ojos enormes, orejas puntiagudas y ancas anchas se veía extraña al lado de todos los caballos. “Nuestro caballo es medio brioso, en cambio ella es tranquila. Como toda mula, es más lerda, pero a la vez más resistente”, contaba Antonio Matesevach, para explicar por qué había elegido a su mula para lucirse y disfrutar de la Atada.

Sin embargo, el que causó el mayor furor, sobre todo entre los más chicos, fue Mordiscón. El pony llegó tirando un pequeño carro en el que viajaban 4 niños: Camila y Ana Paula, de 3 años; Martina, de 2; y el encargado de manejar al animal, Juan Cruz, de 5 años. Los pequeños fueron admirados por todos los niños que habían ido a ver la salida de la caravana, quienes posaron para sacarse fotos junto a Mordiscón.

“Los chicos le pusieron ese nombre. Están con el pony desde que nacieron. Lo cuidan, le dan de comer, juegan con él. Al carro lo hizo el abuelo de los niños, Enrique Tapia, ex presidente de la Federación Gaucha”, contó el padre de dos los chicos.

Si bien Mordiscón sólo cabalgó durante la mitad del desfile y durante el resto del trayecto fue movilizado en camioneta, los tres animales se destacaron en la Atada de Carros.

Y después del largo viaje, tomaron unos cuantos tragos de agua y fueron atados en el predio de San Martín, donde sus dueños comieron asado y disfrutaron del folclore que sonó entre los parrilleros.