La pregunta, esa misma que ellos se hicieron por primera vez años atrás, provoca que como respuesta todos digan lo mismo. "¿Qué se siente? -repitió Arnaud Cordebar, uno de los ‘catedráticos’- Muchas cosas, al principio seguro que dominará la adrenalina, pero luego vendrán otras sensaciones. Igual, para que lo sepas de verdad, vos mismo te tenés que tirar".

Arnaud, de 37 años, es francés pero habla muy bien castellano y al estilo argentino, porque alterna su residencia entre nuestro país y el europeo. Hoy se encuentra en San Juan para dictar un curso de perfeccionamiento destinado específicamente a instructores de paracaidismo. El otro ‘profe’, también francés, es Guillaume Bernier, de 26 años, quien es dos veces campeón del mundo en saltos en equipo de 8 personas y dos veces subcampeón en equipo de 4 (‘Four way’, categoría denominada como la Fórmula 1 del paracaidismo). No habla fluido español, pero se las arregla para dar a entender la premisa principal del curso: "Que el instructor sepa transmitir la confianza al iniciado en esta actividad. Uno no sabe de qué se trata esto hasta que lo hace".

Como el paracaidismo francés está en la elite a nivel mundial de esta actividad y la propia Federación francesa avala este curso, es que se inscribieron ocho instructores, procedentes de distintos lugares: Chile, Paraguay, Uruguay, Córdoba y Buenos Aires, además de San Juan. El curso apunta a dos métodos. Uno es el Tandem, en el que el instructor va ‘enganchado’ con el iniciado. El otro, denominado PAC (curso de caída libre acelerado), significa que entre dos instructores guíen en el aire a un iniciado que salta solo. Es como una escuela de guardaespaldas para los que creen que volar no es imposible.

¿Y por qué se hizo en nuestra provincia? Justamente el instructor local, Gabriel Martín, de 38 años, conoce a Arnaud y acordaron realizar este curso y también un encuentro de paracaidistas (conocido como ‘boogie’ en el ambiente), en el que más de 50 intrépidos surcarán los cielos sanjuaninos entre el sábado 5 y martes 8 de diciembre próximos. Todo esto corresponde a un festejo más por el 70mo. aniversario del Aeródromo de San Juan, en Pocito.

Gabriel tiene un plan ambicioso: convertir a San Juan en la capital sudamericana del paracaidismo. "Tenemos unas condiciones óptimas para practicar este deporte. La idea es que cualquier paracaidista de Europa, América o del lugar del mundo que sea, sepa de este lugar", afirmó el sanjuanino quien agregó que se trabaja para mejorar la infraestructura. Ahora está casi terminada una ‘pileta’ de 30 metros de ancho, 100 de largo y 1 de profundidad para realizar acrobacias sobre ese ‘colchón de agua’ acrobacias. "En este momento lo más urgente es conseguir un avión turbo-hélice para poder ascender más alto y rápido", reconoció el anfitrión.

"Sentís que volás, pero no se puede contar, lo tenés que hacer vos", cerró el sanjuanino, uno más de los que busca contagiar su pasión por el paracaidismo.