Los malos hábitos alimentarios de los chicos es un tema que preocupa. Es por esto que desde Salud Pública este año aplicaron una serie de talleres nuevos para capacitar no sólo a los chicos. Se dictan clases hasta para los kiosqueros. Érika García, jefa de Nutrición del Ministerio de Salud, habló sobre lo que hacen en los talleres y el papel que cumplen los adultos en este problema, entre otras cosas.
– ¿Es un problema la cantidad de chicos que desayunan mal?
– Sí, es algo que vemos en las escuelas. Hay dos cuestiones a tener en cuenta. En muchas escuelas tienen la Copa de Leche y ahí los chicos pueden consumir lo que no se les da en la casa. Sin embargo, muchas veces vemos que los chicos tomen té no pasa porque a las familias les falten los medios para comprar la leche, sino que no hay costumbre de consumirla o hay desconocimiento.
– ¿Qué papel juegan los adultos en los malos hábitos?
– Muchas veces los adultos no damos alimentos saludables y por consecuencia el niño no tiene la cultura de consumir frutas, por ejemplo. No brindamos al niño la posibilidad de consumo y nos quedamos en que tal cosa no le gusta.
– ¿Cómo trabaja Nutrición en las escuelas?
– Las nutricionistas dictarán al menos 3 talleres de nutrición por escuelas, a los chicos, los docentes, los papás y a los kiosqueros. Posteriormente con lo que se hable en los talleres haremos un manual para entregar a los docentes y a los kiosqueros para que tengan material para consultar y saber qué hacer. Además se están haciendo encuestas para analizar a fin de año.
– ¿Qué se les enseña en los talleres?
– A los kiosqueros se los trata de incentivar a que tengan meriendas saludables para ofrecerle a los chicos. Se les explica la importancia de vender frutas y yogures descremados, y que estos productos estén a la vista. En el caso de los niños, se les enseña que el consumo de meriendas saludables es importante y se les resalta mucho la importancia del desayuno. Específicamente se trabaja en la implementación de merienda saludable. Es que la escuela es un todo y es donde empieza el entorno saludable para los chicos. Los niños culturalmente buscan las semitas antes que las frutas. Es por eso que buscamos atacar por todos lados para que se mejore.
Claves
- Desde Nutrición en Vivo, Olga Álvarez de Manzano dijo que lo importante es enseñarles a los chicos sobre alimentación variada y nutritiva. Deben realizar 4 comidas al día (desayuno, almuerzo, merienda y cena).
- Se recomienda que se realice actividad física todos los días. Además, comer tranquilo, en lo posible acompañado y moderar el tamaño de las porciones y elegir alimentos preparados en casa en lugar de procesados.
- A lo largo del día se debe beber al menos 2 litros de agua. Es decir, no esperar a tener sed para hidratarse. Además, hay que tener en cuenta que para lavar los alimentos y cocinar, el agua debe ser segura.
- En Nutrición en Vivo también se les enseña a los alumnos de las escuelas que es importante limitar el uso de sal en las comidas y evitar el salero en la mesa. Para reemplazar la sal utilizar condimentos de todo tipo.
- Se recomienda limitar el consumo de golosinas, amasados de pastelería y productos de copetín. Evitar el consumo de bebidas azucaradas. Y, hacer lo mismo con la manteca, margarina, grasa animal y crema de leche.
- Hay que incorporar carnes de pescado 2 o más veces por semana, otras carnes blancas 2 veces por semana y carnes rojas hasta 3 veces por semana. Además, combinar legumbres y cereales es una buena alternativa.
Una tendencia
Desde hace varios años, algunas escuelas de gestión pública o privada comenzaron a aplicar un cronograma de meriendas para que los niños coman más variedad de alimentos. Si bien, desde las escuelas dijeron que no es responsabilidad de los docentes el tipo de merienda que llevan los chicos, esta organización aportan a que la alimentación sea variada y nutritiva.
Estos calendarios de meriendas incluyen lácteos, algo hecho por mamá o papá (bizcochuelo, budines, galletas, entre otros), alguna merienda salada (sánguches, pizzas, tartas) y frutas. A la vez, les dan a los chicos un día libre para que lleven algo que ellos quieran.
De esta manera, según dijeron desde algunas escuelas, los chicos comen muchas cosas que no consumen en casa y como sus compañeros lo hacen empiezan a probar otros alimentos que no les gustaban. Además, hay escuelas que no tienen organizada la merienda de los más chicos, pero, por ejemplo, no dejan que lleven snacks.