Para ver. Ayer se expusieron los trabajos que los adultos mayores realizaron en los diferentes talleres. La muestra seguirá unos días más en el Rectorado

 

Irma Riveros sintió que nada la podría sacar de la profunda tristeza que la dejó al borde de la depresión tras perder en menos de un mes a su madre y a tres de sus hermanos. Nunca imaginó que aprender a usar correctamente las aplicaciones para celular y realizar sus propios videos le iba a devolver las ganas de vivir. Es una de las adultas mayores que participa de UPAMI "Viejos son los trapos", los talleres que dicta gratis la Universidad Nacional de San Juan para los jubilados del PAMI. Ayer se realizó el cierre anual de estas propuestas que, según los propios adultos mayores, los ayudaron a superar la soledad y hasta los dolores.

"Mi mamá murió de viejita, pero la muerte de mis hermanos en tan poco tiempo fue algo inesperado y muy doloroso. Uno murió de un ataque al corazón y los otros dos, de covid. Y me quedé prácticamente sola, porque soy la única. La tristeza y el covid que también me contagié me fueron aislando, pero todo cambió cuando comencé a cursar el taller de Alfabetización Digital. Ahora tengo muchos amigos presenciales y virtuales", dijo la mujer de 67 años que en el 2021 comenzó a cursar uno de los talleres gratuitos que surgieron hace 15 años tras un convenio entre la UNSJ y el PAMI, con el objetivo de mejorar la calidad de vida a los adultos mayores.

Recuerdo. En el acto de cierre fueron infaltables las fotos para el recuerdo.

 

Eduardo Meglioli, de 69 años, también cursó el taller de Alfabetización Digital. El deseo de no molestar a nadie para realizar los trámites de manera virtual fue lo que lo motivó. "Aprendí a usar las aplicaciones así que ahora puedo hacer todo virtualmente y sin ayuda. Esto me hizo sentir activo y mejorar mis relaciones sociales. Gracias a la asistencia al taller y a los diferentes encuentros que organizamos entre los profesores y compañeros, puedo decir que casi a los 70 años tengo más amigos que cuando era joven", dijo Meglioli.

Gracias al taller de Biodanza, Élida García, de 74 años, pudo combatir el estrés. Si bien siempre contó con el apoyo y cariño de sus 3 hijos y 6 nietos, necesitaba una herramienta para poder expresar de alguna manera "todo lo malo" que sentía. Y esta propuesta de UPAMI la ayudó. "La biodanza me cambió la vida, pasé de estar encerrada en la casa y estresada a moverme para sentirme mucho mejor. Y esto influyó para que todos a mi alrededor también se sintieran mejor", dijo la mujer.

Para todos. Los profesores de los talleres recibieron un reconocimiento.

 

"Medicina preventiva" fueron las palabras que usó Marzio Meglioli, jefe de PAMI San Juan, para referirse a los talleres UPAMI "Viejos son los trapos". Fue ayer, durante el cierre anual de estas propuestas, que se realizó en el edificio del Rectorado. Y con la emoción a flor de piel.

Los alumnos de los diferentes talleres concurrieron a este encuentro con familiares o amigos que los ovacionaron cuando subieron al escenario a recibir el certificado de egresados.

 

La oferta
21 
 son los talleres UPAMI “Viejos son los trapos” que dicta gratis la UNSJ para jubilados de PAMI. Van desde fotografía y guitarra hasta filosofía y literatura.

 

TESTAMENTOS

> Lucía Carrizo, de 67 años 

“Hago los talleres de Reciclado Textil, de Fieltro y Bordado, y de Literatura. Y lo que más admiro es la paciencia y cordialidad con que nos tratan los profesores. Somos unos privilegiados con esta oportunidad”,
dijo.

> Luisa Díaz, de 72 años

“Antes tomaba medicamentos para varios malestares, pero desde que empecé con los talleres de Filosofía, Dibujo y de Literatura me cambió la calidad de vida. Ahora sólo estoy medicada para la hipertensión”, dijo. 

 

> María Reinoso, de 75 años

“Con los talleres de Alfabetización Digital y de Encuadernación mantengo la mente ocupada y eso me ayudó a superar la muerte de mi esposo y de mi hija. También lo logré por los buenos amigos que hice en clase”, dijo.

 

> Eduardo Meglioli, de 69 años

“No quise que los avances de la tecnología me hicieran sentir excluido, por eso ingresé al taller de Alfabetización Digital. Aprendí muchísimas cosas, especialmente a manejar las aplicaciones para hacer trámites”, dijo.