Sudáfrica venció ayer a Gales por 23-19 en el estadio de Twickenham y accedió a las semifinales de la octava Copa del Mundo de rugby, instancia en la que se medirá contra los campeones, Nueva Zelanda. Los Springboks lo ganaron en base a su potencia, al desgaste al que sometieron a los galeses durante la mayor parte del partido y a una genialidad tramada por su octavo Duane Vermeulen y el medio scrum Fourie du Preez, quien en definitiva marcó el try de la victoria a seis minutos del cierre. Lo de Gales fue más que digno. Sus jugadores defendieron en forma notable hasta que en el final no pudieron detener la andanada de ataques sudafricanos. Cerraron un muy buen Mundial en el que sufrieron cantidad de lesiones que fueron disminuyendo sus posibilidades.