�Cuando los policías la entrevistaron para saber cómo fue que a su pareja le habían metido un tiro en el pecho y a ella no, Pamela Carrizo sostuvo que cuando el padre de sus dos hijos se levantó a ver quién pateaba la puerta se los topó y lo atacaron. Que ella vio a un sujeto saltar por encima de Moreno, robar el TV y el teléfono de ella. Y que ese mismo sujeto le apuntó antes de huir. En la Policía siempre dijeron que la joven cometió varias contradicciones en ese relato y que había pericias, como las telefónicas, que ponían en jaque sus dichos. Es más, enseguida apresaron también a dos supuestos amantes suyos, Carlos García y Luis Brizuela, que ya fueron liberados también por falta de pruebas para ser considerados sospechosos de haber participado en el sonado caso de homicidio.
