Por Gustavo Martínez / DIARIO DE CUYO

Tuvo un privilegio poco frecuente en la comunidad católica sanjuanina: a Juan Carlos Icazatti lo ordenó como sacerdote y luego lo casó por iglesia monseñor Ildefonso María Sansierra. Algo de lo que se jactaba con orgullo. Además, marcó a fuego toda una generación de políticos que nacieron con la democracia: es que asumió en 1983 como diputado provincial (en la foto, el juramento) por el partido Bloquista, y en los debates se destacó por ser un brillante orador al que todos escuchaban con atención.

La vida de Icazatti como sacerdote arrancó en la década del ´70. Por esos años, como la mayoría de los sanjuaninos que querían ser curas, estudió en la diócesis de Córdoba. Tras cursar todos los estudios y confirmar su vocación, Icazatti fue ordenado sacerdote en San Juan por Sansierra.

En esos años también dictaba clases como profesor en la Universidad Católica.

Desde sus comienzos fue un hombre de alto vuelo. Uno de los sacerdotes con más antigüedad en la provincia recordó ayer que Icazatti comenzó su carrera religiosa como vicario parroquial nada menos que en la Iglesia Catedral, el principal templo de la provincia. Fue bajo ese techo también donde descubrió que había errado su vocación. Y dejó los hábitos. Pero dicen quienes lo conocieron de cerca que fue de muy buena manera. Incluso, Icazatti no se fue solo del sacerdocio, sino que lo hizo junto a otros tres curas.

Argumentan que, a tal punto fue de buenas maneras, que el papa Pablo VI le dio una autorización especial que le abrió las puertas para concretar su matrimonio en el altar. Y, de nuevo, fue monseñor Sansierra quien le dio ese sacramento. Un privilegio de pocos.

Sus estudios en el seminario le habían dado un nivel cultural que le abrieron otra puerta grande: la de la política. En 1983, con el regreso de la democracia, fue electo diputado provincial por Rivadavia hasta 1987. En esos días, la vieja Constitución Provincial dividía ese distrito en tres circunscripciones. Y los tres candidatos del bloquismo, Velazco -se jubiló a los 6 meses-, Mónica Sueldo -luego fue expulsada por no votar a favor de un proyecto bloquista-, e Icazatti ganaron esos lugares. Recuerdan que Icazatti le ganó el puesto al actual diputado nacional justicialista Ruperto Godoy.

Ex autoridades legislativas recuerdan que Icazatti deslumbraba por su gran parla. Siempre apoyó proyectos ligados a los temas familiares y en dos temas puntuales se destacó: en la creación legal del Lote Hogar y en la argumentación para que Leopoldo Bravo fuera senador, en esos días en que la Legislatura y no el voto popular elegía ese cargo.

Quienes trabajaron con él recordaron ayer que siendo diputado ya se había separado de su mujer y pasaba muchas horas encerrado en su casa, solitario, junto a un viejo Jeep.