Carlos Almirón precisó una definición personal de liderazgo sostenida en cuatro pilares que son los compromisos que se deben asumir: ponderar el trabajo como lo principal, la permanente capacitación para poder hacer ese trabajo, la honestidad y la lealtad a quien conduce y de quien conduce hacia quien tiene la obligación de representar. Según Almirón, estos cuatro aspectos son clave y deben retroalimentarse.
