“Soy una persona muy creyente que incluso todas las noches reza una oración. Antes de empezar cada encuentro lo que hago es pedirle a mi padre, Natalicio, que falleció hace diez años que me ayude y que haga que todo salga bien para mí y el equipo. Es algo que siempre me ha acompañado y por lo que me siento seguro cada vez al salir a jugar. Lo que son cábalas y todo eso, por el momento no creo mucho en que te puedan llegar a ayudar”.
