No era una película repetida, ni un deja vu. Ayer por la mañana unas 8 personas se encargaban de reparar un caño nuevo de agua que tenía una rajadura que nadie podía explicar. La escena repetida ya se ha visto otras 3 veces en los últimos 9 meses en el tramo de Libertador entre Rastreador Calívar y General Espejo. Ayer tuvieron que romper el pavimento nuevo en la esquina de Callejón Gómez para reparar la tubería. Por suerte para vehículos, transeúntes y vecinos, el líquido no inundó la avenida. Fue porque inspectores de OSSE detectaron que por una de las paredes de la acequia salía agua que venía del caño roto y comenzaron con la reparación. Hace 2 semanas, hace 7 meses y hace 9 meses el drama se repetía con los mismos actores y el mismo sistema de caños.
Un hueco de unos 4 metros de ancho por 7 de largo en el pavimento nuevo, las máquinas que lo habían hecho y los obreros, sorprendían ayer a los vehículos que circulaban por Libertador. Los autos tenían que bajar a la tierra, que está en la mano Norte, y andar 120 metros para luego subir nuevamente al asfalto creando un pequeño embotellamiento con muchos bocinazos y versos para OSSE.
El problema no salió a la superficie de la calle, según Mariano Ravanelli, inspector de la empresa estatal de agua. Es que el agua comenzó a salir por una grieta de la acequia y por eso se dieron cuenta de la pérdida. De inmediato, como a las 8 horas cerraron el paso al tránsito y comenzaron con el trabajo que, según Ravanelli, iban a terminar ayer mismo y no sabían la causa de la rotura, sólo iban a mandar a analizar el tubo roto con ingenieros de la empresa y posiblemente de la UNSJ.
"Hemos abierto válvulas de agua de otros sectores para que alimenten a los 10 barrios aledaños a la plaza Desamparados que pueden haber sido afectados. Pero el agua también queda en la cañería y en los tanques de las casas, por eso la gente sólo puede tener como consecuencia menos presión", afirmó el inspector. Consultados algunos vecinos, no habían tenido problemas con el agua potable. Pero la zona del hueco será habilitada totalmente para el tránsito recién hoy, porque deben compactar el terreno, dijeron desde la empresa.
En esta novela que ya lleva su cuarto capítulo, a 200 metros al Este de Calívar (siempre por Libertador) hace 2 semanas el asfalto se enlagunó por un caño roto y dejó enlodada la mano Norte de la avenida. Y fue tanta el agua que salió que la gente la usaba para regar los árboles. El 19 de junio pasado, la Libertador desde Rastreador Calívar hasta Mariano Moreno se convirtió en un mar por un otro tubo nuevo roto: no había sector seco para cruzar hasta el otro lado de la calle. En ambos casos la causa de la rotura no se conoció.
Pero hace 9 meses, en abril de 2009, hubo una rotura presuntamente en el mismo caño de ayer (es en la misma mano de la avenida y todo ese sistema de agua fue hecho a la vez) que sí tuvo una posible causa determinada. En ese entonces, OSSE encargó al Instituto de Materiales y Suelos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan que analizara los trozos dañados. La institución determinó que los caños de agua potable instalados en la obra de ampliación de la avenida tenían fallas que podrían haber sido el origen de roturas.
El pedazo de caño extraído ayer para poner una parte nueva, de 1,20 m, mostraba un fino tajo de unos 40 cm. Y según dijo una fuente off the record de la empresa de agua, "el caño es de mala calidad". Cuando DIARIO DE CUYO intentó consultar a Adrián Cuevas, presidente de OSSE, por estas roturas de caños y qué medidas se tomará tanto con la empresa que ejecuta la obra como la que provee los caños, no obtuvo respuesta alguna.

