�A fines de 2013, el Senado aprobó una nueva ley que aplica un régimen jurídico para la prevención y el control del doping basado en las normas de la Agencia Mundial Antidoping (AMA). Por eso, las federaciones deportivas nacionales deben aceptar las normas antidoping e incorporarlas directamente o por referencia en sus estatutos y reglamentos si desean seguir recibiendo apoyo financiero estatal. La ley indica que la lista de sustancias y métodos prohibidos ahora son los mismos que los de la AMA, mientras que las sanciones (incluso para quienes se nieguen a un control) van desde los dos años hasta la suspensión de por vida para los reincidentes.