Trastornos. Cientos de pasajeros deambularon en la Terminal de Ómnibus esperando que se restituyera el servicio de colectivos de larga distancia. Pero no todos pudieron realizar el viaje, ya que al menos 3 empresas mantenían el conflicto con los choferes.

 

El conflicto que comenzó antenoche en la Terminal de Ómnibus de San Juan ayer fue el panorama reinante durante todo el día debido a las medidas de fuerza que cumple la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en los servicios de larga distancia, en reclamo de mejoras salariales.

Debido a que el gremio no aceptó la conciliación obligatoria que aplicó el Ministerio de Trabajo de la Nación, la situación continuaba al menos en las 3 empresas que no prestaron el servicio hasta el cierre de esta edición inclusive: San Juan, San Juan-Mar del Plata y Flecha Bus.

La última es una de las seis firmas nacionales donde se originó el reclamo de los choferes, anunciado por tiempo indeterminado, hasta que se reconozca el aumento del 21 por ciento del salario resuelto por el Ministerio de Trabajo.

Pero desde la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi) respondieron que junto a la Cámara Argentina de Transporte de Pasajeros (CATAP) presentaron el 28 de agosto último un escrito administrativo recurriendo la resolución "por considerarla de imposible cumplimiento".

Durante el inicio de la tarde, la incertidumbre reinó en la terminal sanjuanina, mientras todos esperaban novedades desde Buenos Aires. A esa altura del día junto a las empresas ya mencionadas tampoco ofrecían sus servicios Andesmar, Tramat, Cata y El Rápido, es decir la mitad de las empresas que operan en la Terminal. En tanto, 20 de Junio ya había restituido sus servicios luego de haber adherido a la medida de fuerza antenoche.

Así, al cierre de esta edición la oficina de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) recibía 50 denuncias de distinta índole, relacionadas con personas con discapacidad que debían dar de baja a su billete para viajar otra vez o de padres que otorgaban licencia para viajar a menores, entre otros.

Los trastornos a los usuarios fueron múltiples. Elena, Vilma y Juan aguardaron más de 3 horas por un supuesto viaje a Buenos Aires de una de las empresas que no brindaron el servicio en todo el día, que no se realizó. Resignados, afirmaron que tenían planeado asistir a un congreso, al que ya habían abonado la inscripción, además del hospedaje, dinero que ya daban por perdido. Debatían si valía la pena viajar hoy y llegar mañana. Primero, debían esperar si la huelga termina.