La grieta. El reciente debate por legalizar el aborto en Argentina se vivió con intensidad en San Juan, con marchas tanto a favor del proyecto de ley, que finalmente fue rechazado, como en contra (foto). El caso de la nena violada en cambio está contemplado en la ley vigente, en el artículo 86 del Código Penal.

 

 

El primer caso de aborto legal en San Juan irrumpió como un terremoto en la opinión pública local y dejó secuelas: no sólo ahondó las diferencias entre quienes insisten por una ley que despenalice por completo esa práctica y quienes se oponen, sino que además hubo caóticos intentos por frenar a los médicos y evitar así que se practicara este aborto. Pero los intentos no pasaron de ahí, y en las primeras horas de ayer finalmente se hizo el procedimiento para que la nena de 14 años, discapacitada y extremadamente vulnerable, terminara con su embarazo producto de una violación.

Al cierre de esta edición la niña se recuperaba en el Hospital Rawson y era contenida tanto por el Comité de Maltrato Infanto Juvenil como por distintas autoridades sanitarias de la provincia.

Terminar con su embarazo de 10 semanas fue una decisión que atendió al pedido firmado por los padres, y está previsto en el artículo 86, inciso 2, del Código Penal. Pero para llegar a este aborto hubo reuniones previas de emergencia por dos motivos. Uno, decidir entre actores de la Justicia y de Salud Pública los detalles de cómo conservar pruebas físicas tras la intervención a la nena que sirvan en la investigación de la violación. El otro, articular el operativo lo más cuidadosamente posible, ya que si bien es un acto amparado por la ley, San Juan no adhirió a un protocolo de Salud de la Nación para estos casos, pese a que la Corte Suprema así lo estableció en 2012. Ergo, hay todavía una enorme zona gris jurídica y médica sobre cómo proceder.

A eso hay que agregar los momentos de descontrol que se vivieron puertas adentro del hospital cuando se estaba por realizar el aborto. Según revelaron fuentes judiciales, justo cuando trasladaban a la nena en la camilla hacia el quirófano, un grupo de personas identificadas como "militantes provida" intentó bloquear su paso. Hubo forcejeos y tironeos, incluso debió intervenir la guardia policial junto a dos ayudantes fiscales femeninas de Flagrancia. Despejada la zona, pudieron avanzar con la camilla. Pero la discusión siguió en otro lado, ya que las mismas personas intentaron convencer a distintos jueces de que frenaran el aborto.

Incluso se investiga si alguien de adentro mismo del hospital le dio un desayuno a la nena para frenar todo, a sabiendas de que eso obligaría a posponer la intervención.

Pero finalmente el personal médico decidió acatar la decisión de sus autoridades y cumplir con el Código Penal. Le hicieron el aborto a la niña y hasta anoche se recuperaba en el mismo centro de salud.

 

Pasos legales

 

Denuncia

La denuncia por la violación de la nena, que vive con su familia de origen boliviano en una finca local, fue realizada en el Centro Anivi y en el 2do Juzgado de Instrucción, donde subroga el juez Eduardo Raed e interviene además el fiscal Daniel Galvani.

 

Entrevista

Tras el pedido expreso de la familia de realizarle el aborto legal a la nena discapacitada, le realizaron a la víctima una entrevista videograbada en el Centro Anivi. Asistieron las psicólogas de la entidad, el juez, la asesora de Menores, el fiscal y la defensa.

 

Premura

Según revelaron fuentes judiciales, estaba prevista esa entrevista para esta semana, pero intervinieron autoridades de la Corte de Justicia y se pudo adelantar el turno. Hablaron con la nena el viernes y sábado, y el aborto se realizó ayer a primera hora.