Ayer fue un día de puras noticias para Juancito Brizuela, el pequeño sanjuanino que recibió un trasplante de corazón en el Hospital Garrahan, pero terminaron siendo una de cal y otra de arena. Es que, por un lado, al chico finalmente le dieron el alta médica en el centro de salud, lo que significa que ya no necesita la internación para que su salud siga evolucionando; pero, por el otro, no podrá todavía volver a San Juan y reencontrarse con su padre y sus hermanos, ya que deberá permanecer alojado en un hotel de Buenos Aires, para los controles y chequeos frecuentes que deberán seguir realizándole los profesionales.
El hotel está a sólo un par de cuadras del hospital, así que la mamá de Juancito ni siquiera deberá gastar en transporte para las revisaciones médicas. Inclusive al alojamiento allí, tanto de la mujer como del chico, lo costea el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, mientras que Desarrollo Humano de la provincia colabora con los gastos de comida de la familia.
Ayer por la tarde, ni bien fue dado de alta, Juancito debió mantener su barbijo puesto, dado que debe cuidarse al máximo para que su cuerpo no rechace el corazón implantado. Según contó la madre, estaba débil porque no había comido y se notaba bastante triste por no poder volver. Así que esperaba que para hoy mejorara el ánimo del chico cuyo caso fue tan conmovedor que hasta fue visitado por jugadores de la Primera de Boca Juniors.
