Desde principios de año y con más fuerza durante la pandemia, el consumo de vino ha venido en un permanente crecimiento al punto que en los primeros 9 meses del 2020 las ventas treparon un 18,8%, mientras que sus competidores, la cerveza y las gaseosas, retrocedieron un 2,3%. El fenómeno se debe, según fuentes del sector, a un cambio de hábitos de la gente y a que presenta un precio competitivo con respecto a las otras bebidas.
Lo cierto es que, durante la pandemia, al vino le fue mejor que a las otras bebidas, según revela un informe de IES Consultores. Y es porque el sector vitivinícola logró diferenciarse del resto de las bebidas al exhibir un notable repunte en el mercado interno, que es acompañado por una fuerte expansión en las exportaciones en volúmenes, porque el tipo de cambio competitivo impulsó la actividad exportadora en general y permitió recuperar el mercado de líneas de vinos masivas. En el caso del mercado interno, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante el mes de octubre los despachos al superaron los 83 millones de litros con un crecimiento del 1,3% con igual mes del año anterior. Los vinos sin mención varietal representaron el 65,9% del total, los varietales el 29,7% y los espumosos el 3,9% y otros vinos el 0,5%. De este modo, el acumulado de los primeros 10 primeros meses de este año totalizó los 791.247.100 litros. Con estas cifras ya se superó en más de 54 millones de litros a igual periodo de 2019.
Los tintos siguen dominando los despachos al mercado interno y destacan que las botellas continúan aumentado su participación en el mix y ya tienen un 59,2%. También crecieron la damajuana y el bag in box.
Hugo Carmona, vicepresidente del INV, explicó el fenómeno señalando que "me parece que la gente se reencontró con el vino en el ámbito de la familia durante esta pandemia". Y agregó que ahora "el vino presenta una muy buena relación de precio-calidad y que, además, se trata de un productor noble y saludable".
A contramano de lo pasado en la industria del vino, la venta de bebidas sin alcohol cayó fuertemente en el acumulado de los 9 primeros meses del año, merma que afecta a todos los segmentos, como por ejemplo gaseosas tradicionales, aguas, aguas saborizadas y jugos. El consumo de bebidas no alcohólicas retrocedió el 11,3% con respecto a 2019, al mostrar un volumen de ventas de 18,8 millones de hectolitros hasta septiembre, el menor nivel de consumo de bebidas gaseosas en este período desde el 2003.
Según consigna el informe, la actividad vitivinícola se ha mostrado a contramano del resto de la economía. Es porque el consumo interno de vino trepó el 8,3% en los primeros 9 meses del año, cuando el año pasado el crecimiento había sido del 4,9% al totalizar poco más de 700 millones de litros. En el 2019 se había registrado el primer aumento del consumo en 4 años, para alcanzar los 19,9 litros por habitante. Ahora ronda entre los 20 a 21 litros per cápita. En el 2015 se habían alcanzado los 23 litros por persona y la intención de la industria es recuperarlos.
El informe, que reproduce la agencia Telam, señala que en total, el mercado de consumo de bebidas en general cerrará el 2020 con las ventas más bajas en 15 años. Es porque la pandemia impactó de manera profunda en el sector de bebidas, que opera en la actualidad con bajos niveles de ventas, a excepción del sector vitivinícola, y que se estima que finalizará el año con la séptima caída consecutiva en el consumo de bebidas con un volumen similar comercializado al del 2004.
Sin alcohol
18,8 son los millones de hectolitros de bebidas sin alcohol en 9 meses, el menor nivel de consumo en este periodo desde el 2003.
Consumo de vino
21 litros per cápita se tomó de vino este año. Se recuperó pero aún está lejos de los 23 litros del 2015.
Federal
Desde el INV destacan que el vino es federal, ya que la vid se cultiva en 18 provincias argentinas, que ahora se ven beneficiadas con el crecimiento del consumo.