La sentencia del Tribunal del Mar, de 23 folios, es inapelable y establece que cada una de las partes deberá asumir sus propios costes judiciales del proceso, que se inició el 29 de noviembre con una vista abierta en la que los representantes de Argentina y Ghana expusieron sus argumentos.
El caso de la fragata es el número 20 en la historia de ese tribunal internacional, instituido en 1994 como estamento competente de la ONU en materia del Derecho del Mar.
El tribunal está integrado por 21 jueces procedentes de los cinco continentes, y cada uno de los cuales -a excepción del presidente, que reside en Hamburgo-, acude a la lectura del dictamen desde su país de procedencia.
Por razones de seguridad, el edificio de 36.053 metros cuadrados, ubicado en el Oeste de Hamburgo, abrió sus puertas recién una hora antes de la lectura del fallo.
El juez se sentó en el frente de la sala, rodeado por los 21 magistrados que estuvieron ordenados de acuerdo a la antigüedad que tienen en el cargo. Los representantes argentinos estuvieron en frente y a la derecha del público, mientras que los de Ghana se ubicarán a la izquierda.