El 22 de julio pasado entró en vigencia la Ley Lara, que busca que los propietarios de perros potencialmente peligrosos registren a sus mascotas. En este contexto, el abandono de perros de tamaño grande creció en San Juan. Al menos, eso aseguró desde algunas protectoras locales. "Antes de la ley, en el refugio llegamos a tener 40 perros de todos los tamaños, pero ahora tengo 65 animales grandes", dijo Emilia Merino, de Pitbull en Peligro, quien tiene además un refugio. Por su parte, desde otros grupos que colaboran con este trabajo, comentaron que diariamente hay personas que les consultan qué hacer con sus perros porque no quieren o no pueden cumplir con los requisitos que obliga ley. Sobre todo, con la colocación del chip que debe contener datos personales del animal y su propietario.
"Recibimos hasta 5 llamadas por día de gente que quiere regalar sus perros. Además, de otros que avisan que encontraron animales abandonados en la calle. Tenemos una ley que no es viable", comentó Delia Sánchez, de un grupo de proteccionistas. Mientras que Merino agregó: "Nosotros calculamos que el abandono de perros grandes se agudizó luego de la ley. Al recorrer zonas como Médano de Oro, se pueden ver perros de razas grandes que están solos en la calle. Hay gente que tiró labradores, pitbull y otros animales. A estos se suman las cajas con cachorritos, que se pueden ver que serán grandes y que nadie quiere ser responsables de ellos".
Desde las protectoras dijeron que temen que el abandono siga creciendo. Dicen que les preocupa que ellos ya están desbordados por tanto trabajo y no hay lugar para tantos animales. Aseguran que la colocación del chip es la principal causa de abandono. "Por el momento se les pide el chip y eso es lo difícil. No hay tenencia responsable en la provincia. Muchas de las que tienen perros potencialmente peligrosos los tienen no porque los amen, sino porque los usan para peleas, reproducción o alarmas caseras. Y si bien siempre hubo abandono de estos animales, ahora se incrementó", dijo Analía Molina, otra protectora.
Por su parte, María Inés Balanda, que integra un grupo que ayuda a perros abandonados, dijo que los propietarios de los PPP tienen miedo de la ley. "Si lo que se buscaba era controlar el problema de los pitbull, deberían ir a los lugares donde están los perros para peleas clandestinas. Estos son los agresivos. Esta normativa genera más problemas que soluciones", agregó, mientras que Cecilia Montaño, que tiene otro refugio, comentó que tras la aplicación de la ley duplicaron la cantidad de perros en resguardo. "Antes de la ley teníamos 20 perros, y hoy son más de 50. La gente pide ayuda con perros de tamaños grandes, que son a los que apunta le ley. Hay personas que no tienen ni para comer y mucho menos para chipearlos, entonces optan por el abandono" concluyó y dijo que ellos en este momento no pueden recibir más perros porque no tienen espacio.