Se mueven arriba del caballo con gran destreza. Muestran que la doma y los juegos de jinetes ya no es una cosa sólo de varones. Galopan sin que les tiemble el pulso y pueden dominar el animal con sólo tocarlo. Las mujeres son cada vez más en los festivales de doma y destrezas criollas. Ayer mostraron que ellas están ganando terreno, pero sin perder la coquetería. Sucedió en el predio de Angaco donde se celebró el Día del Trabajador con la tradicional fiesta de la destreza y de la doma, que además es el selectivo para Jesús María.
Boinas de distintos modelos, camisas de atractivos colores. Algunas con botas, otras con alpargatas. Estaban las que llevaban el pelo suelto y las que optaron por las tradicionales trenzas. Todas con un look impecable pero a la hora de montar el caballo, demostraron que las habilidades no hacen diferencia de género. Las chicas, unas 25, fueron la nota distintiva en el predio que estuvo colmado de gente y de aroma a asado.
Como sucede para esta fiesta que convoca a todo el gauchaje local, los asados formaron una circunferencia alrededor del predio donde se realizaron las destrezas y los distintos juegos. Algunos empezaron con el fuego bien temprano. Otros, pasado el mediodía. Abundó el mate y hasta instalaron una verdulería para los que se había olvidado de llevar las ensaladas y el postre.
Las chicas participaron en casi todos los rubros y juegos. Uno de los más divertidos fue el de las carreras. Al galope, dominaron los caballos y mostraron sus habilidades de amazonas. Luego, para que la gente las observara bien de cerca, recorrieron todo el predio. Desde la Federación Gaucha Sanjuanina, uno de los organizadores del evento, dijeron que cada vez hay más mujeres que participan de estas fiestas. Antes eran las que hacían la comida, ahora, están a la par de los varones, dijeron orgullosos. Es que muchas de estas chicas son las hijas de los ya reconocidos jinetes.
La fiesta tuvo de todo. Música, payadas, baile. Y hasta acompañó la jornada la impactante imagen del Cura Brochero que desde la Parroquia de Angaco trajeron desde Córdoba. Así, el cura gaucho, que está a punto de ser canonizado, presenció toda la fiesta desde el escenario donde lo colocaron.
La fiesta comenzó pasada las 9 e hicieron un recreo a la hora del almuerzo.

