Las guarderías caninas dejaron de ser un simple lugar donde las mascotas reciben alojamiento y alimentación mientras sus dueños están de vacaciones. Se transformaron en verdaderos spa donde tienen la opción de darse un chapuzón en una pileta de uso exclusivo, recibir masajes y hasta hacer ejercicios en aparatos adaptados. El fundamento: estos lugares ofrecen cada vez más y mejores servicios para el confort de los animales. Los precios de contratación varían entre 150 y 250 pesos diarios.
Desde hace unos años, las guarderías representan una tendencia que se sumó a las diferentes ofertas para el cuidado de las mascotas. Y cada vez con mejores propuestas.
En el Hotel para Perros, dependiente del Hospital Veterinario en Albardón, los perros tienen una pileta a disposición y una cinta caminadora para hacer ejercicio. Además de caniles individuales de 40 metros cuadrados y con un patio interno también individual. “La idea es que las mascotas estén en un lugar confortable y que se sientan a gusto para contrarrestar el estrés que les puede provocar estar lejos de sus dueños y con extraños”, dijo Lucas Olivera, de Hotel para Perros.
Con este mismo objetivo, en Guardería Ramonas, le ofrecen a las mascotas la posibilidad de dormir en camas dentro de la vivienda, de recibir un baño diario con masajes para relajarse y de pasear por la finca durante el día. Además, a partir del mes que viene, dispondrán de un jardín canino donde los perros podrán jugar y realizar actividad físicas para derrochar energía. “No es fácil para las mascotas separarse de sus dueño y a veces les cuesta mucho adaptarse a un nuevo espacio por eso les damos un trato especial y un ambiente bien casero y familiar con muchos mimos para que se sientan como en casa. Además nos encargamos en forma diaria de mandarles fotos y videos a sus dueños para que vean que sus mascotas están bien”, dijo Bárbara Núñez, propietaria de esta guardería.
En Posh Paws los perros también duermen dentro de la vivienda y en cualquier dependencia de la misma. También disponen de un patio parquizado para jugar y pasear. Y si eso no les es suficiente para sentirse como en casa, cuentan con la asistencia personalizada de un cuidador que dedica parte de su tiempo a mimarlos. “Los perros nunca están solos y los tenemos monitoreados las 24 horas para detectar cualquier problema. Si vemos que están alterados les ponemos música para relajarlos. Con todo esto logran una buena convivencia y socialización que los lleva también a disfrutar de las vacaciones”, dijo Carlos Melli, dueño de esta guardería y peluquería canina.
Hasta hace algunos años los sanjuaninos contrataban los servicios de una guardería canina sólo en vacaciones de verano o invierno, según dijeron sus propietarios. Ahora lo hacen también durante los fines de semana largos.
Una buena elección
Antes de elegir una guardería canina conviene consultar a familiares y amigos para que te recomienden sitios con buenos servicios donde hayan tenido a sus mascotas. El veterinario también puede ser una buena fuente.
La búsqueda de una guardería canina se debe realizar con tiempo para poder visitar varias antes de contratar una. Esta medida es aconsejable para comprobar las condiciones del lugar, los servicios ofrecidos y los precios vigentes.
Lo primero que se debe tener en cuenta son las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones. También, el estado de los perros albergados. Si se los ve contentos, limpios y bien cuidados, es un buen indicador.
Es muy importante que la guardería cuente con el servicio de atención veterinaria y con parquizados y amplios para que los perros jueguen y se ejerciten. También, que el lugar tenga personal permanente para que los animales no estén solos.