Se conoce como bosque nativo al monte que no ha sido plantado por el hombre y que cumple funciones imprescindibles para el normal desempeño de la vida. Hay que tener presente que cuando éste desaparece, el suelo queda a merced de las adversidades climáticas, generando daños irreparables. Demora cientos de años en generarse y llegar a la situación de equilibrio, pero la reforestación con especies autóctonas favorece su recuperación, permitiendo al sistema agropecuario aprovechar los servicios generados por el bosque. En un ecosistema con predominio de especies arbóreas nativas maduras con diversidad de flora y fauna en conjunto con el medio que las rodea, brinda numerosos servicios ambientales que son utilizados por toda la población. La mayoría de estos servicios son comunes, pero hay desconocimiento del papel que cumple el bosque. El hombre tiene intereses económicos, sociales, turísticos, ecológicos muy importantes puestos en el monte autóctono, como por ejemplo: agua para consumo, riego e industria, madera, recreación, protección, producción agropecuaria. Todos estos objetivos son servicios que presta el ecosistema. Si se analiza, hasta el petróleo también es un servicio. Actualmente el 5 por ciento del bosque nativo que queda, indica claramente que el hombre priorizó en objetivos económicos sin prever la protección ni la reposición de los ecosistemas explotados.
