Ayer se realizó una nueva jornada de prevención del suicidio en la que se puso énfasis en las señales que pueden indicar riesgo suicida. Se destacó que uno de los indicios más importantes a tener en cuenta son las frases que utilizan en forma permanente los adolescentes y que son, en su mayoría, comentarios despectivos hacia su persona. Carlos Cepeda, licenciado en Psicología y quien tuvo a cargo la charla sobre abordaje de la depresión en adolescentes y jóvenes, dijo que estas frases forman parte de la verbalización del suicidio, una fase en la que se debe intervenir de inmediato para prevenirlo.
‘El suicidio se puede prevenir. Y esto depende de la información y del compromiso que se tenga’. Lo dijo Carlos Cepeda cuando dio inicio a la jornada. Agregó que es indispensable conocer qué señales pueden determinar riesgo suicida, y comprometerse a actuar de manera preventiva. ‘El suicida no quiere morir, sólo quiere dejar de sufrir. Y hace todo un proceso para llegar a la decisión de quitarse la vida y es a lo que debemos estar atentos’, dijo el especialista.
Cepeda explicó que este proceso tiene 3 etapas. La primera es la ideación de suicidio que implica la presencia de deseos de muerte y de pensamientos persistentes de querer matarse. La segunda, es la más importante en cuanto a la prevención. Se trata de la verbalización del suicidio que es cuando el chico comienza a mostrar una actitud suicida a través de las palabras. ‘Los chicos revelan esta actitud con frases como no sirvo para nada, no hago nada bien, hago sufrir a todos, estoy muy cansado, estoy harto, no doy más. Y las dice en forma permanente tanto en forma presencial como a través de posteos en las redes sociales. Estas frases no sólo indican su estado de desesperación, sino también que necesita y quiere ayuda para salir de este estado. Y es cuando hay que actuar, antes de que llegue la tercera fase que es la actuación suicida, es decir cuando ya atenta contra su vida o la pierde’, sostuvo Cepeda.
El especialista agregó que en la etapa de prevención es fundamental tanto lo que dicen como lo que hacen los adultos, especialmente los padres del chico. Recomendó que deben evitar los extremos, es decir no subestimar los problemas que tienen los hijos y también evitar la saturación, o sea hablar todo el tiempo de esos problemas y con una ‘gravedad superlativa’. ‘También es muy importante el mensaje que les transmitimos a los chicos con nuestros gestos o actitudes. Para poder ayudar a otro, primero tenemos que estar bien nosotros mismos. Esto implica asumir que tenemos problemas y buscar ayuda para superalos. Cuidar la salud, dedicarnos tiempo y no hablar despectivamente de otros. Es predicar con el ejemplo’, sostuvo Cepeda.
Otra de las señales indicativas de riesgo suicida es el aislamiento, según dijo el especialista, y hay que prestarle mucha atención. Dijo que si un adolescente sufre (poco o mucho), pero está acompañado y pide ayuda, puede superarlo. Pero que si sufre en soledad, ese sufrimiento crece y estalla.
COMPROMISO
24 son las Jornadas de Prevención del Suicidio que ya realizó el equipo de Salud del municipio de Rivadavia. La de ayer fue en la UCCuyo.