Durante una semana les costó conciliar el sueño e incluso comer con tranquilidad. A la angustia de la espera se le sumó la duda de estar frente a una falsa promesa, pero también la alegría de estar frente a la posibilidad de tener una vida mejor. Finalmente les llegó la confirmación de la buena noticia: por primera vez tendrían una casa propia y digna. Fueron las 10 familias que, por más de 30 años, vivieron en un asentamiento sobre calle Coll, en Rivadavia, y que ayer fueron trasladadas a un barrio del IPV. Fue en el marco del plan habitacional que encaró el Gobierno y de la primera erradicación de villa que se realizó en el año.
"Todavía siento que alguien va a venir a decirme que es una broma. Recién cuando abra la puerta de mi nueva casa voy a creer que es verdad. Fueron muchos años de vivir con el miedo de que cualquier viento nos tirara el rancho abajo", dijo María Navarro que por 36 años vivió en este asentamiento.
La mujer contó que hace una semana los visitó alguien de Gobierno para decirles que debían completar los papeles sobre la designación de una vivienda del IPV. Agregó que desde entonces todos los vecinos vivieron entre la incertidumbre y la felicidad, ya que nadie les confirmó cuándo se realizaría el traslado.
"No salí ni a hacer las compras durante esa semana porque tenía miedo que viniera la gente que nos estaba censando y que no encontrara a nadie en mi casa. Todos los días esperaba esa visita. Recién antenoche nos confirmaron el traslado. Sólo los niños durmieron porque los grandes nos dedicamos a empacar todo a contra reloj", dijo Adriana Silva.
La erradicación de este asentamiento y el traslado de sus habitantes se mantuvo en total hermetismo. Así lo decidió el Gobierno por dos motivos principales: que familias ajenas se asentaran en el lugar para que les dieran una casa y para evitar que otras personas usurparan los ranchos que quedaran vacíos. Por esta última razón es que ayer también, una vez que se concretó la mudanza de los vecinos, con máquinas comenzaron a derribarlos para dejar la zona completamente deshabitada y limpia.
En sólo 20 minutos, las máquinas terminaron de tirar las 10 viviendas.
Los detalles
Traslado en tandas
A las 7,30 de ayer comenzó el traslado de las 10 familias que vivían en el asentamiento sobre calle Coll, entre Cabañas y Santa María de Oro, en Rivadavia. El mismo se hizo en dos tandas. Movilidades oficiales trasladaron primero a niños y mujeres embarazadas, luego al resto.
Beneficiarios
Los vecinos de este asentamiento fueron trasladados al Barrio Conjunto 5, en Rivadavia. No serán los únicos que pasarán a tener una vivienda digna. Desde el Gobierno dijeron que en los próximos meses se erradicarán dos asentamientos más, aunque no dieron detalles.
La erradicación
El plan de erradicación de villas comenzó en el 2005. Desde entonces, se removieron 90 asentamientos de distintos departamentos y más de 5.500 familias fueron reubicadas en casas de material y sismorresistentes. La medida benefició a unas 33 mil personas en total.
Los beneficiarios
MARÍA NAVARRO
La vecina más antigua
Tiene 64 años y desde hace 36 vivía en este asentamiento. Fue una de las primeras en levantar un rancho en el lugar y unas de las últimas en irse ayer a su nueva casa. Le costó la despedida.
ALICIA ARANCIBIA
Un sueño cumplido
Desde hace 8 años, y tras deambular por diferentes lugares, Alicia vivía en el asentamiento con sus 8 hijos. Dijo que pensó que nunca podría cumplir el sueño de tener una casa hasta con piso.
SUSANA RIVEROS
Deuda pendiente
Esta vecina no pudo evitar llorar. Hace 6 años llegó a vivir a este lugar con su padre enfermo, quien falleció hace 3 años. Se lamentó de no poder compartir con él la alegría de la casa nueva.