Zonas complicadas. Los choferes coincidieron en que son sectores puntuales en donde hay más problemas y que los encontronazos se dan con hombres y con mujeres.

 

Optan por dejarlos subir sin que paguen el boleto. Si roban a algún otro pasajero, directamente no intervienen. En general no ponen la denuncia policial y los hechos de violencia sobre el micro y con los pasajeros, que dicen están cada vez más agresivos, pasan a conformar las anécdotas más oscuras de los choferes locales. El caso del asesinato del colectivero en Buenos Aires sacó a la luz una situación que en la provincia no es nueva. Pero los choferes dicen que se agrava cada vez más.

“Si bien acá estamos más tranquilos que en Buenos Aires, día a día nos encontramos con situaciones violentas. A mí me pasó algo similar al colectivero que asesinaron, pero debo agradecer que acá no estaban tan “locos”. Estamos constantemente sometidos a situaciones que se tornan cada vez más violentas”, dijo Diego Flores, que es chofer desde hace 4 años en la empresa Mayo.

Las estrategias de los choferes para zafar de una situación conflictiva son variadas. Ellos dicen que el problema no es que les roben porque incluso ya ni siquiera manejan dinero. Pero que la gente sube agresiva a los colectivos. La negociación, bajar el tono de voz, no responderles mal, no amenazarlos con hacer la denuncia e incluso hasta dejarlos pasar gratis o pagarles el boleto son algunos de los recursos que utilizan para que las situaciones violentas no se agraven.

“Tengo una SUBE cargada para pagarle a los pasajeros que se niegan a abonar el pasaje”.
MIGUEL DOMÍNGUEZ  – Chofer

Esta situación es conocida por los gremios de empresarios de colectivos e incluso de colectiveros. En ambos casos dicen estar preocupados por lo que sucede, sobre todo porque hay zonas que son complicadas las 24 horas del día.

“Si bien es una minoría de pasajeros, están cada vez más violentos. Ya no hay códigos ni respetos. Siempre se quejan de los choferes pero ellos muchas veces la pasan mal arriba de un colectivo”, dijo Néstor

Romero, al frente de UTA, el gremio que representa a los choferes. Mientras que Ricardo Salvá, de ATAP, contó que es cada vez más frecuente la rotura de los vidrios de los vehículos por piedras que tira la gente y que hay zonas en Rawson, Chimbas, La Bebida y parte de la Ruta 40 que son muy complicadas.

Muchos de los choferes consultados no quisieron dar sus nombres ni accedieron a una foto por temor. “Hay barrios en los que es preferible ni entrar. Si delato a alguno de los pasajeros que me paran ahí, después me matan”, contó un chofer que circula la zona que está en el límite de Rawson y Rivadavia. El hombre recordó cuando una mujer lo amenazó con una navaja para que la dejara pasar sin pagar a ella y a sus hijos, todos menores. “Es preferible quedarse en el molde”, dijo, y agregó que ni siquiera se le ocurre poner una denuncia por miedo a represalias.

 

>> Un caso conmovedor

 

Leandro Alcaraz era chofer de colectivos, tenía 26 años y fue brutalmente asesinado en Buenos Aires tras discutir por la SUBE con un par de pasajeros.

El homicidio, que tuvo lugar en la localidad de Virrey del Pino, ocurrió luego de que los dos pasajeros discutieran con el colectivero porque no tenían la tarjeta SUBE para pagar el pasaje. Según los primeros testimonios que pudo recoger el personal policial, el chofer decidió llevar a los atacantes luego de que una mujer se ofreciera a pagarles el pasaje.

Cuando ambos decidieron bajar del colectivo, efectuaron dos disparos y lo asesinaron. El chofer hacía horas extras para sumar ingresos y poder tomarse el franco por el cumpleaños de su hija. Sus compañeros están movilizados.

 

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Publicado por Diario de Cuyo en martes, 10 de abril de 2018