El olor queda como penetrado, en la nariz, en la ropa, en las piezas de los departamentos. El aroma acre invade todo y esa podredumbre no respeta horarios de almuerzo, cumpleaños o reuniones. En el barrio Mercedario, de Rawson, hay un pozo negro que colapsó y para evitar que el líquido desbordado inunde el lugar, los vecinos hicieron una canaleta desde la boca del pozo hasta la cuneta. Entonces, las aguas servidas corren a diario y circulan por la acequia hacia el Este, como si fuera una cloaca abierta. Pero esto, que evitó la inundación, extendió el problema a los vecinos de la zona, generando un creciente foco de infección.
La Municipalidad de Rawson envía día por medio un camión atmosférico para desagotar el pozo, pero las autoridades reconocieron que la única solución es hacer uno nuevo. "Se va el camión y al rato ya vuelve a salir el líquido. Cuando corre vientito, acá el olor es insoportable", dijo Irma Paredes, una de las vecinas.
El pozo ciego tiene una cobertura de hormigón, en cuyo centro se hizo un orificio para que ingresara la manguera del camión atmosférico. Y por el costado de la tapa, a fuerza de pala y azadón, los vecinos hicieron una canaleta para que el líquido putrefacto caiga en la cuneta de riego. "Cuando hace calor o el sol está fuerte, el agua en la cuneta se empieza a evaporar y no podemos estar del olor. Además, el de la carnicería, el que vende lomos y casi todos los comerciantes hicieron notas para que hagan algo urgente, porque si bien el problema es de un pozo ciego dentro del barrio Mercedario, lo sufrimos todos los de la zona", se quejó Cecilia Vega, quien vive a una cuadra pero por cuya cuneta al frente de su casa pasan las aguas servidas.
"No queda otra que construir un pozo nuevo. De hecho, nosotros ya fuimos a hacerlo y hasta lo marcamos, pero un grupo de vecinos se quejó diciendo que no quería la obra porque les iba a afectar el jardín y que iba a haber olor; así que paramos todo. Mientras tanto, estamos haciendo desagotes constantemente", dijo Germán Navas, director de Obras Públicas del municipio rawsino.
Según los vecinos que se quejan del inconveniente, reconocieron que fueron los propietarios de dos departamentos los que se opusieron a la construcción de un nuevo pozo ciego, cuyas habitaciones están a unos dos metros de donde se quiere hacer la obra. "Creen que van a sufrir por el olor, pero no entienden que es todo lo contrario, que cuando hagan el pozo nuevo, ya van a poder abrir las ventanas", indicó un vecino que no quiso identificarse.
"El problema de los desbordes no es nuevo y se da casi siempre en los barrios del IPV. Y sucede porque ellos hacen barrios con un par de pozos para decenas de familias. En el caso del Mercedario tenemos notas para hacer el pozo ciego y notas para que no lo hagamos. Como no es un terreno municipal, no podemos ir y construirlo por la fuerza. Necesitamos que los vecinos se pongan de acuerdo", apuntó Navas.

