Casi 2 mil personas pasan por el Parque Faunístico cada semana. Adentro, se encuentran ejemplares de la fauna sanjuanina que en muchos casos fueron abandonados por sus dueños, sobrevivieron a feroces cacerías o fueron rescatados en malas condiciones.
Aves, tortugas, pumas y guanacos son los ejemplares que llegan en mayor número al único centro para la conservación de la fauna silvestre que tiene la provincia. Aunque resulte obvio por las características de la provincia, el estado en que cada uno de ellos llega no deja de asombrar a los trabajadores del lugar como también a los visitantes.
No más pumas
Actualmente hay 10 pumas en el predio y para evitar reproducciones no deseadas es que se esterilizó a los 6 ejemplares machos. “Son animales muy complejos, difíciles de manejar y se decidió no aceptar más ejemplares porque no tenemos las condiciones para tener más”, reconoció Silvina Adárvez, Responsable Técnica del Faunístico.
Uno de los casos más emblemáticos fue un puma de sólo 6 meses rescatado de un domicilio en plena capital sanjuanina durante un procedimiento en que la Policía Federal encontró armas y droga. El animal estaba encadenado y era tenido como mascota.
Una especie protegida condenada al encierro
Otra constante es la llegada de pequeños guanacos, en su mayoría sobrevivientes de las cacerías en las que se utilizan perros, boleadoras y motos. Los ejemplares de esta especie protegida por ley de más años mueren producto de las heridas, pero también por el estrés de la situación. Los más pequeños, en muchos casos de sólo meses, logran escapar, son rescatados y llegan al Faunístico.
Llegar al centro les garantiza, cuando son tan jóvenes, una alimentación balanceada y hasta tomas de leche en mamadera cada dos horas, sin embargo también es su pasaporte a un encierro permanente.
“Son animales que no pueden ser devueltos porque no tienen la capacidad de sobrevivir en su hábitat”, explicó Adárvez.
Tortugas, un problema que crece
En los últimos años se multiplicó la llegada de tortugas al parque y el caso que más preocupa es el de las llamadas “cuello de serpiente”. Estos últimos ejemplares se venden sin ningún tipo de control y se trata de una especie semiacuática.
“La gente las compra chiquitas para ponerlas en peceras, pero después se hacen muy grandes y muerden. Es entonces cuando buscan sacárselas y las traen acá”, contó.
La profesional explicó que este tipo de tortugas puede convertirse en un problema en el futuro ya que muchos deciden liberarlas en ríos y diques causando un grave problema para el ecosistema ya que comienzan a alimentarse de los peces del lugar.
En la actualidad hay 41 tortugas terrestres en el predio, la mayoría de ella víctima de los más variados malos tratos.
Hay algunas que llegaron con sus caparazones pintados, otras con orificios causados con destornilladores o elementos punzantes.
El piramidismo es una de las deformaciones más comunes, que provoca deformación del caparazón, lo que puede afectar a la capacidad pulmonar y a la columna vertebral, producto generalmente de la mala alimentación a la que son sometidos.
Los aplastamientos, amputaciones de extremidades o roturas de caparazón por mordeduras de perros son las lesiones que más se encuentran en estos animales.
Aves
La estadística alarma, sólo el 10 por ciento de los ejemplares que generalmente son secuestrados por Gendarmería o la Secretaría de Ambiente sobrevive. El alto porcentaje de mortandad responde al estrés al que son sometidas cuando son cazadas.
El benteveo, es de los más secuestrados en por los uniformados en los distintos departamentos, seguido por la diuca y el julguero. Hay procedimientos que terminan hasta con 100 ejemplares que estaban en manos de cazadores furtivos.
De las aves silvestres de San Juan, el cardenal amarillo se encuentra en peligro de extinción a nivel nacional. Y en el plano provincial, el benteveo y la diuca están en la categoría "vulnerable".
“En nuestra institución se hace atención médica inmediata, además del aporte de suplementos vitamínicos y antiparasitarios. Luego, a partir de los informes que traen los inspectores, personal técnico del Faunístico hace un profundo análisis comportamental de cada individuo. Y, cuando se trata de animales recientemente capturados en la naturaleza, sin impronta humana, se coordina la actuación con nuestro personal para la pronta liberación, así estas aves pueden volver a la naturaleza de la que nunca debieron salir”, explicó la responsable Técnica del Faunístico.
De depósito de animales a un paseo educativo
El Parque fue reabierto en octubre de 2013 después de casi 2 años de inactividad, siguiendo una nueva concepción de parques faunísticos y zoológicos que propone la función de conservación de fauna y flora, la proposición de espacios de educación no formal, investigación y rehabilitación de fauna. Es decir, que el parque tiene como objetivo albergar animales que vienen de decomiso, cazados por los humanos. De esta forma se los resguarda en un ambiente natural similar al que fueron sustraídos.