Paso 1: Conoce la diferencia entre un protector solar y un bloqueador solar. Un protector solar es un producto con factor de protección solar (FPS) de 15 o menos. Un FPS de 15 significa que tardarás 15 veces más tiempo en quemarte que sin protector solar. Un bloqueador solar tiene un FPS de 30 o más.
Paso 2: Usa un bloqueador solar con FPS 30 o más si eres de piel clara, o estás a gran altitud, cerca del Ecuador o en el exterior en un día caluroso y soleado entre las 10 y las 16. Protege a tus hijos, también. Las personas de piel más clara necesitan mayor protección.
Paso 3: Asegúrate de que el protector solar tiene la etiqueta de “amplio espectro” para proteger contra los rayos UVA (ultravioleta-A) y UVB (ultravioleta B) los rayos. La radiación ultravioleta en altas dosis aumenta el riesgo de carcinoma de células basales y melanoma maligno. Los rayos UVB causan quemaduras de sol. Los UVA crean las arrugas y envejecimiento prematuro.
Paso 4: Entérate de la protección que estás recibiendo. Un protector solar con FPS 15 te da 94 a 95 por ciento la cobertura de los rayos UVB; SPF 28 hasta con el 96% de cobertura.
Paso 5: Puedes buscar sin PABA, protector solar sin perfume hipoalergénico y si eres alérgico a ciertos productos para la piel. Haz una prueba de parche sobre la piel para confirmar si un protector solar es verdaderamente libre de alergia. Hay que elegir un protector que no sea comedogénico, lo que significa que no bloqueará los poros, si eres propenso a generar granos.
