*<BF>Donaciones, una política empresaria<XB>
Vanesa Echegaray del área Recursos Humanos del supermercado Walt Mart es la persona encargada en San Juan del destino de las donaciones que la compañía promueve en cada una de sus sucursales "como devolución a la sociedad, representada por los clientes, de todo lo que reciben como empresa”. Eso sí, en todo el supermercado no se coloca ni un cartel ni un informe de estas acciones. Se hacen prácticamente en silencio porque no lo utilizan como acción de marketing ni publicidad.
Vanesa no hace sola la tarea de definir las entregas, sino que la acompaña un Comité de Ayuda a la Comunidad integrado por los "asociados” (con este término se engloba a todos los empleados de todos los rangos del super), que se suman al proyecto de manera voluntaria.
"Nosotros hacemos solidaridad como política empresarial de la compañía. Hay un presupuesto anual que se destina a las donaciones que se realizan y que consisten en llevar a cada lugar, según los pedidos, aquellos elementos que se venden en el supermercado, desde alimentos (en menor medida porque no es lo que más se promueve) hasta pinturas, electrodomésticos, ropa, zapatilla, artículos de higiene, etc. Eso sí jamás se va a donar algo que esté abierto o que no pueda venderse. Se entregan elementos en excelente estado, de buena calidad, en condiciones. No son regalos de proveedores ni el descarte, sino productos nuevos, que sirvan. Lo complicado es medir quién necesita más que quién. La prioridad es cubrir lo más urgente”, explica la metodología y el criterio que aplican.
Para esta analista de recursos humanos, "actualmente hay una necesidad de la solidaridad porque hemos vivido y vivimos tiempos díficiles, entonces todo lo que implique ayuda, sirve”, asegura.