No es una de las advocaciones marianas más conocidas, pero logró revolucionar a la gente en 4 aeropuertos de 3 países latinoamericanos. Es Nuestra Señora de los Dolores que voló en 3 aviones para poder llegar a la provincia. La comunidad religiosa de la parroquia de Ullum que lleva su nombre la compró en México, desde donde emprendió un largo viaje hasta su destino final. Ya se encuentra en el templo de ese departamento, donde reemplazó a la antigua imagen, que está deteriorada.
Su compra surgió de manera inesperada y por iniciativa de Carlos Campillay, sacerdote de la parroquia de Ullum. Llegó a México tras participar del Congreso Mundial de la Familia en Estados Unidos, para visitar la Basílica de Guadalupe. También por curiosidad visitó la santería que está al lado de este templo. ‘Allí tenían imágenes de Nuestra Señora de los Dolores de diferentes tamaños. Como los precios eran razonables y me hicieron una rebaja compré una de más de un metro de altura. Juntos emprendimos el viaje hasta San Juan que se convirtió en una odisea’, dijo Campillay.
A la hora de embarcar la imagen en el aeropuerto mexicano, el sacerdote pidió que la envolvieran con nailon para que los encargados de cargar el equipaje pudieran verla y tratarla con cuidado. Su presencia revolucionó a los empleados del lugar que se acercaron para tocarla. Lo mismo sucedió cuando Campillay desembarcó junto a la Virgen en el aeropuerto de Chile. Empleados y pasajeros se acercaron para encomendarse a ella.
El vuelo desde el país trasandino hasta Mendoza se retrasó y el sacerdote tuvo que hacer un cambio de planes y viajar a Buenos Aires, rezando para que la imagen no se dañara por el ‘traqueteo’. ‘En Aeroparque también la gente me pidió que le diera una bendición junto a María. Como el vuelo de Buenos Aires a Mendoza también se retrasó tuve que pasar la noche en un hotel y casi sin dormir, preocupado por cuidar que la imagen no se dañara. Fue un gran alivio cuando, tras un viaje que duró casi 3 días, pude llegar hasta la parroquia de Ullum con Nuestra Señora de los Dolores sana y salva’, dijo Campillay.
La nueva imagen de la Virgen fue bendecida con una ceremonia en el templo el domingo pasado, pero ya llevaba unos días allí. En el ritual participaron los vecinos que también colaboraron con la compra. ‘El precio de la imagen fue de unos 10.000 pesos. Como yo no tenía tanto dinero, me comuniqué por mail con los vecinos que reunieron algo de plata y la depositaron en mi cuenta bancaria. Así pude concretar la compra a través del débito automático’, dijo el sacerdote.

