Ni siquiera esperaron que lleguen los días cálidos para empezar a diseñar qué clase de lentejuelas o plumas colocarán en los vestuarios diminutos. En pleno invierno, empezaron a practicar los ritmos más calientes para pasearse por las calles chimberas el próximo febrero. Es por eso que los vecinos de la Villa Unión no sólo se están reuniendo en el almacén cuando hacen las compras o cuando salen a barrer la vereda. Entre mate y mate desde hace más de un mes vienen puliendo todos los detalles para que su comparsa Cielo Azul brille durante el próximo carnaval y se lleve algún premio, como sucede todos los años. Esto es posible porque los vecinos se dedican con todo a esta actividad que surgió en el seno de la Agrupación Trabajo, Unión y Esperanza, que justo hoy cumple una década desde su creación.
No siempre fue el baile y los ritmos cariocas lo que movilizó a los vecinos de la Villa Unión. La agrupación surgió en plena crisis del país, con el gobierno de De la Rúa. Fueron 15 personas, entre las que se encontraba Juan Alvarez, quien hoy lidera el grupo. "Nos conmovió la realidad económica que causó que muchos niños no tuvieran un plato de comida. Entonces abrimos un comedor infantil", dijo Juan. Empezaron asistiendo unos 30 niños a la hora de almorzar. Como nunca tuvieron ayuda municipal, los vecinos salían a pedir donaciones a los negocios y realizaban fiestas y eventos para recaudar dinero. Hoy, al comedor asisten unas 150 personas de distintos puntos del departamento y recibe la asistencia del Gobierno Nacional.
El carnaval empezó a tomar más fuerza en Chimbas a mediados del 2000. Varios chicos de la Villa Unión formaban parte de las comparsas de otros barrios y muchas veces no podían ir a ensayar porque les quedaba lejos. Fue cuando los vecinos decidieron armar su propio número para el carnaval. Hoy, la comparsa Cielo Azul es una de las más reconocidas del departamento ya que todos los años se lleva algún premio por mejor pasista y vestuario. En el último carnaval, arrasó con el primer puesto de carruajes.
Así, la vida de los vecinos de la Villa Unión gira en torno a la comparsa que tanta satisfacción les trae. No dudan en pasar horas en una máquina de coser haciendo el vestuario para más de 150 bailarines y músicos. Mientras que los más jóvenes experimentan pasos nuevos y coreografías impactantes. Sin embargo, la música y el color carnavalesco no hicieron que estos chimberos abandonaran su perfil solidario. Todos los años realizan grandes fiestas para el Día del Niño, por ejemplo. Y hoy habrá una fiesta será para conmemorar la década de vida de la agrupación.

