José Galdeano es un estudiante de 26 años a punto de recibirse en la carrera de Diseño Industrial y un fanático por la música, ya que toca la guitarra desde hace 9 años, por eso decidió encarar un proyecto que una las dos actividades que ama. Fue beneficiado por el programa estatal y emprendió un taller de fabricación de guitarras y bajos eléctricos, ya que según dijo, "alguien tiene que diseñar los instrumentos para que los músicos los toquen y en San Juan no hay muchos". Recibió cerca de 25.000 pesos que invirtió, junto con una ayuda de sus padres, en la construcción de un salón y en la compra de una sierra circular, una sierra sinfín, un taladro de banco, una lijadora de banco, herramientas manuales, lijadora eléctrica y un compresor. Cuando la facultad y los ensayos con su banda Maple, en la cual precisamente toca la guitarra, se lo permiten, José se instala en su taller a trabajar. Primero realiza los diseños en una computadora, que por ahora son los mismos que poseen las grandes marcas, como el Telecaster de Fender, pero que con el correr del tiempo tendrán su impronta. Luego pasa a realizar las plantillas con sus respectivas escalas, tanto del cuerpo como del mástil de la guitarra, para después realizar los cortes en madera, las caladuras para los herrajes (trastes, clavijas y puentes) y electrónica. El último paso es el acabado final, que consiste en la pintura que tendrá el instrumento. "Es un trabajo que requiere mucha concentración y precisión. Por eso, yo sólo, sin ayudantes, puedo llegar a hacer dos guitarras por mes", explicó José, quien agregó que el valor de uno de sus instrumentos "artesanales" puede rondar los 12.000 pesos. Este emprendedor sostiene que para él, el mejor material para trabajar es la madera y que las mejores en Argentina para realizar los cuerpos de las guitarras son tilo, lapacho y cedro, mientras que para los mástiles utiliza arce o maple, palo de rosa y ébano. De todos modos, José tiene momentos en los que estanca el diseño de guitarras y se dedica a otros trabajos de carpintería como los muebles a pedido, ya que los instrumentos están enmarcados en un negocio muy acotado. Más adelante, cuando el emprendimiento comience a dar sus frutos, el objetivo es sumar gente. Por ahora, la fábrica de guitarras y bajos quedará en manos de su creador, ese que se dio el gusto de unir las dos pasiones de su vida: el diseño y la música.
La unión de dos pasiones
Fanático de la música, ahora se dedica a fabricar guitarras y bajos eléctrico.

