Las estimaciones sobre la cosecha 2012-2013 prevén una reducción del 10% de la producción de vinos en la Unión Europea, situándose en los 144 millones de hectolitros. Los países más afectados serán Francia, con una bajada de la cosecha del 19 %, e Italia, donde la reducción alcanzará el 7,1%, una situación que no se daba desde hace unos 40 o 50 años. La situación es tan crítica en ciertas zonas, especialmente de Francia, que provocará “graves dificultades” a algunos productores, informó el Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca).
En el caso de España, implicará una caída del 5,3%, por lo que se calcula que en esta campaña no se superarán los 35 millones de hectolitros, frente a los casi 37,5 millones de la vendimia de 2011. La entidad atribuyó la merma en la producción a causas coyunturales, en particular a la sequía que ha azotado a los países del Sur de Europa, y a las heladas y exceso de lluvias en el Norte.