Ismael, el pequeño de 6 años que se repone de la amputación de su brazo izquierdo tras un accidente con un secarropas, deberá enfrentar una nueva batalla. Su mamá, Noemí Sánchez, informó que los estudios renales que le realizaron en el Hospital Garrahan, de Buenos Aires, donde estuvo internado, no tuvieron resultado positivo y por eso deberán operarlo para desobstruir una vía del único riñón que le funciona. Pero como aún está latente la recuperación después de las tres cirugías que ya sufrió es que esperarán unas semanas para establecer fechas de ingreso a quirófano. Mientras tanto, Ismael ya comenzó con asistencia psicológica en San Juan y sus controles de salud en el Hospital Rawson.
‘A Ismael sólo le funciona el riñón derecho por una insuficiencia renal crónica. En el Garrahan le hicieron muchos estudios y los médicos me dijeron que como no logra eliminar toda la orina van a tener que operarlo porque tiene una pequeña obstrucción entre el riñón y una vía urinaria’, dijo Noemí.
Ya el pequeño había sido intervenido en 2013 porque tampoco funcionaba con normalidad su vejiga y, de hecho, durante un tiempo convivió con un colector de orina por fuera de su cuerpo.
La fecha de cirugía es la que ahora deben definir, ya que el cuerpo del niño todavía siente los embates de las tres cirugías a las que fue sometido en menos de 72 horas (el reimplante del brazo, otra por complicaciones y la restante para extraer el miembro cuando su vida corría peligro).
Por otro lado, también comenzó con una asistencia psicológica que, estiman, se extenderá durante un tiempo prolongado. La brinda una psicóloga del Dispositivo de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad de 9 de Julio, quien ya había comenzado a trabajar con la familia del niño tras el accidente.
De acuerdo a Johana Jofré, la psicóloga, Ismael deberá afrontar un largo proceso de aceptación de su cuerpo, pero destacó que ostenta una gran fortaleza mental (ver Opinión). En tanto, la hermana del niño, Ana Paula (2), los tíos, la mamá y el padrastro también son asistidos. ‘Todos fueron testigos del accidente y sufrieron un shock muy fuerte. Además, la madre tuvo que tomar una decisión muy drástica cuando le pidieron que autorice la cirugía para extraerle el reimplante del brazo, pues veían que no iba a ser exitoso. Son cuestiones muy intensas que necesitan un apoyo psicológico para superarlas. Es importante que la familia de Ismael se encuentre fuerte para poder sostener al niño en su recuperación’, dijo Jofré.
El accidente del pequeño sucedió el 21 de septiembre pasado, cuando Ismael introdujo su brazo izquierdo en un secarropas en funcionamiento. La fuerza centrífuga del aparato le arrancó la extremidad desde unos centímetros por debajo del hombro. Ismael fue trasladado en vuelo sanitario al Hospital Garrahan, donde intentaron sin éxito el reimplante, a la vez que estuvo tan grave que se tuteó con la muerte. Sin embargo, Ismael logró recuperarse y logró el alta para volver a San Juan el pasado 3 de octubre.

