San Juan Bosco (1815-1888) fue declarado Santo por el Papa Pío XI, y el Papa Juan Pablo II le dio el título de “Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes”. Tras su muerte, una reliquia del hueso del brazo derecho fue completada con una imagen de cera de tamaño natural y todo fue colocado en una urna de vidrio, que fue venerada por más de un siglo en la Basílica de María Auxiliadora de Turín, Italia, y que desde hace 6 meses está de gira por el mundo.