Hay que decirlo con todas las letras: la realidad de las adicciones en la provincia es sesgada, es parcial. Esto es así porque no hay una encuesta o relevamiento total y pormenorizado del universo de quienes están en peligro o son víctimas de drogas (legales e ilegales) y alcoholismo.
Por ejemplo, las instituciones, como el Programa Lihué, conocen su propia realidad, es decir lo que les pasa a aquellos que recurren a ellos en busca de ayuda. En este caso, saben que hay 30 personas en tratamientos, 8 de ellas con internación. La mayoría son hombres, ya que 4 mujeres están en el proceso que puede llevar, según cada persona por supuesto, entre 3 meses y más de un año en rehabilitarse, ya que la drogadicción no tiene cura, según indican los profesionales tratantes.
En el caso de los números actualizados que maneja el Estado -a través de la Unidad de Coordinación de Programas y Proyectos Especiales, dependiente del Ministerio de Gobierno de San Juan y en relación directa con el Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra en Narcotráfico) ya que su titular, Laura Castro, es la representante de San Juan ante este ente- es una encuesta realizada en el 2011 a los pacientes eventuales de cuatro centros de atención primaria de la Salud ubicados en Santa Lucía, Rawson, Chimbas y Capital. Este muestreo se hizo para el Observatorio de Drogas -del Sedronar- en los centros de salud Villa María, Las Margaritas, Comandante Cabot y Monseñor Ricardo Báez Laspiur, llegando a consultar a un total de 362 personas, 28% varones y 72% mujeres.
De los datos del relevamiento se llegó a la conclusión que un 80,9% había consumido alcohol entre el último año y los últimos 30 días (de ellos 215 personas reconocieron un "consumo problemático”), un 56,1% fumó en el mismo período, un 4,4% consumió solventes e inhalables, un 7,5% tuvo contacto con cocaína y un 14,1%, con marihuana.
Del mismo relevamiento se desprende que el 20% de los encuestados tiene un familiar que consume marihuana o un 41,7% tiene en su familia "problemas de borracheras”. Mientras que un 31,8 % respondió positivamente a que tenía amigos que fumaban marihuana y un 17%, amigos que se drogaban con cocaína. Aunque la mayoría reconoce en un 72% que en su barrio consumen esta droga antes citada y un 44,5%, cocaína, además un 48,9% cuenta que en su barrio se inhalan solventes y pegamentos.
También se conoció que el 38% por ciento de los encuestado es casado o concubino y el 26% soltero. De los 358 participantes, un 30,5% tenía el secundario completo, un 7,5% la primaria incompleta y tan solo un 1,7 tenía título terciario o universitario. Además un 30,9% era ama de casa, un 8,6% no trabaja y un 18,2% trabaja a tiempo parcial y un 12,4% es estudiante.
Si bien el relevamiento aporta datos fundamentales, no abarca a toda la población.
"Desde la coordinación de San Juan se está trabajando en conjunto con el Sedronar en otros programas de prevención, en los departamentos de Rawson, Capital y Rivadavia. La propuesta es ampliar el trabajo a Chimbas y Jáchal, trabajando siempre con la ayuda de los municipios y financiados por fondos nacionales. Se está preparando material para trabajar con niños de 1¦ a 7º grado, ya que antes se aplicaba con alumnos de 5¦ a 8¦ año, pero hoy la realidad nos indica que no es suficiente. Hasta ahora ya participaron 25.480 alumnos, se capacitó a 947 docentes de 478 escuelas. Pero queremos más debate y más trabajo con las ONG, las uniones vecinales, las organizaciones barriales y las familias”, asegura Laura Castro.
Más allá de los números, en San Juan hay 3 estamentos del estado donde se hacen tratamientos de este tipo como ser el Proyecto Juan, el Hogar San Benito y el Centro por la Vida, además de los hospitales públicos, incluido en Neuropsiquiátrico de Zonda. Además hay por lo menos 3 ó 4 instituciones intermedias que trabajan por la recuperación de adictos, en tratamientos ambulatorios o con internación.
Lo más grave del caso es que en San Juan, se estima que un porro de marihuana cuesta tan sólo $5 y que la mayoría llega a la droga, luego de ser alcohólico, según cuentan quienes están cerca del tema.