Esperar la llegada de un hijo es un momento que genera miedo en casi todas las personas. Las dudas, las improvisaciones y los miedos forman parte de este momento único. Estos sentimientos se multiplican cuando el peligro es latente, como ocurre actualmente en medio de la cuarentena. Tres familias sanjuaninas abrieron las puertas de sus casas y comentaron cómo vivieron ese momento, que seguramente ninguno olvidará jamás. Recordaron cómo fueron los últimos controles del embarazo, el día de parto y cómo se organizaron para que el resto de la familia conociera al nuevo integrante.

 

FAMILIA CEBALLOS

  • Nacimiento, viaje y hasta aislamiento en pocos días

 

Esperaron la llegada de su segundo hijo con mucha alegría. Soñaron que el nacimiento del primer varón sería un momento único, a pesar de estar lejos de su tierra natal; y hasta organizaron cómo iban a hacer para mantener todo organizado para el gran día. Sin embargo, la pandemia de coronavirus les rompió todos los planes. Los Ceballos debieron improvisar.

Micaela Yacante y Lucas Ceballos vivían en Santiago del Estero junto a Trinidad, su nena más grande. Allí nació Jeremías, justo unos días después de que se decretara la cuarentena en Argentina. "Fue todo muy raro, mi mamá iba a viajar a Santiago para quedarse con Trini y no pudo, así que unos compañeros de Lucas, que vivían en el mismo edificio, nos ayudaron y la cuidaron cuando me fui a internar", comentó Micaela y dijo que ese momento fue muy duro porque era la primera vez que dejaban sola a su hija y porque sabían que en el mismo sanatorio donde iban a hacerle cesárea habían casos positivos de Covid-19.

"A los días que nació Jere decretaron que las personas que estaban fuera de San Juan tenían 2 o 3 días para volver y ahí, luego de pensar mucho decidimos viajar para la provincia. No podíamos bajar del auto en ningún lado y era muy raro todo. Jere tenía 16 días", comentó y dijo que el viaje fue larguísimo y que una de las cosas que más le impactaron fue que cuando llegaron a La Rioja les fajaron el auto para controlar que no abrieran las puertas.

Cuando llegaron a San Juan comenzó otro momento difícil: el aislamiento en un hotel. "Fueron duros esos días, pero no nos arrepentimos de haber vuelto. Las familias nos hacían videollamadas y a pesar de estar muy cerca no podían conocer al bebé, hasta que finalmente salimos", concluyó Micaela.

 

 

FAMILIA DÍAS

  • Incertidumbre e improvisación para darle la bienvenida a Felipe

 

"Yo tengo otro hijo y el nacimiento de Felipe fue totalmente distinto. Para los últimos controles nadie me podía acompañar y las últimas ecografías me las hice sola. Era feo porque hasta los médicos tenían un trato muy distante, porque aún no sabíamos mucho del coronavirus", dijo al comenzar a contar su historia Ana Suárez. La mujer que está casada con Pablo Días y que es mamá de dos varones (Tomás es el mayor) contó que la cuarentena los encontró con muchas cosas inconclusas y que eso fue muy complicado. "Tuvimos que improvisar muchas cosas. Tenía que comprar cosas para el bebé y todo estaba cerrado. Algunas las conseguimos por redes sociales, pero ese desorden nos hacía dar más miedo. En todo momento sentíamos tristeza, porque todo era muy frío en plena llegada del bebé", comentó y dijo que cuando Felipe nació no podían recibir visitas en el sanatorio y que al llegar a casa los únicos que conocieron al bebé fueron los abuelos. "Es muy raro, porque queríamos que lo conocieran, pero a la vez nos daba mucho miedo", dijo y agregó que otra de las cosas que le quedaron marcadas fueron los primeros controles médicos del bebé. "Tenía que ir sola y era complicado. Llevaba el bebé en brazos, el bolso, el dolor de la cesárea y además tenía que subir escaleras", dijo entre risas y comentó que lo que más le sorprende hasta el momento es que su hijo aún no tiene DNI, pues sólo les dieron la partida de nacimiento y les dijeron que el documento deberán tramitarlo cuando la actividad en los registros civiles se normalice. "Cuando todo comenzó a calmarse, le llevé el bebé a mi abuela para su cumpleaños, ella estaba muy triste por no poder conocerlo. Fue muy lindo ese momento", dijo y agregó que sus amigos y algunos familiares sólo conocen al pequeño por fotos o videollamadas.

 

FAMILIA MASANET

  • Mucha historia en pocos días y mucho antes de lo esperado

 

Cuando nació Pedro, el hijo de Lourdes Mateo y Santiago Masanet, la cuarentena recién llevaban 3 días. "Teníamos mucho miedo porque no entendíamos bien qué pasaba", dijo Lourdes al empezar su relato y comentó que esa incertidumbre que había en la provincia hizo que ellos estuvieran en alerta.

"En ese momento -el bebé nació el 23 de marzo- había muchos controles policiales y nos pararon muchas veces para consultarnos dónde íbamos y eso fue rarísimo", dijo y comentó que ellos no esperaban que su hijo naciera en ese momento, pues ella tenía 7 meses de embarazo.

"Nada se dio como pensábamos, no lo esperábamos en ese momento y mucho menos en medio de la pandemia. De hecho, los abuelos lo conocieron porque necesitábamos ir a hacer la partida de nacimiento y alguien debía quedarse con él", explicó la mamá y contó que los momentos más duros los vivieron cuando su hijo estuvo en Neonatología.

"Nosotros pensábamos que mi novio iba a poder entrar al parto, pero no lo dejaron. Cuando nos trasladaron a Neonatología tuvimos muchísimo miedo. Estuvo en el hospital Rawson durante 11 días, justo cuando ese lugar era considerado el epicentro del coronavirus en San Juan, a pesar de que no había casos. El sistema de salud no estaba muy afilado en ese momento. Un día llegabas al hospital y te decían que teníamos que usar batas y tirarlas y al otro día que no porque las batas eran para los enfermeros, y eso te daba un poco de cosa. En esos días sentía que me moría porque mi hijo estaba ahí y no sabíamos si había o no contagios. Cuando nos dieron el alta lo único que hice fue agarrarlo fuerte y salir rápido del hospital", contó y dijo que por día se cambiaba de ropa 6 veces, cuando salía y entraba del hospital y cuando salía y entraba a su casa.