Entre andamios, unos 40 albañiles trabajan denodadamente para levantar el nuevo edificio de la Policía Minera. La obra gruesa está bastante avanzada y ya se comenzó con algo de las tareas finas en la planta baja y primer piso. El proyecto tiene un 40% de avance global, según dijo el arquitecto encargado, Facundo Bustelo.

 

“Estamos terminando lo grueso, colocando la última losa grande. Sólo queda el último nivel donde habrá tanques y servicios. Empezaron las terminaciones con la colocación del piso en planta baja y estamos preparando la carpeta del primero”, señaló.

 

Una vez finalizado, el edificio ofrecerá mejores condiciones de trabajo al personal de la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero. En el subsuelo se instalarán las dependencias para capacitaciones. En la planta baja funcionará  Policía Minera y en el primer piso funcionarán las áreas encargadas de la evaluación ambiental, asesoría letrada y administración. Todo será equipado con tecnología de última generación y costeado con recursos provenientes de la actividad minera. El objetivo de la inversión es garantizar la tarea de estricto control de estándares ambientales en la actividad insignia de San Juan.

 

“Es un desafío interesante, grande y complejo. Hemos tenido algunos detalles a resolver ya en obra. Pero todo marcha según lo previsto. La fecha de entrega sería marzo del año 2019”, dijo Bustelo.