Con la idea de seguir aumentando el flujo de visitantes que ingresan al Museo de la Fe, que está en el oratorio de la Difunta Correa, en Vallecito, ya comenzaron a idear el montaje de un viejo almacén para que la gente pueda ver cómo era un sitio de estos a principios del siglo XX.
Para ello utilizarán objetos antiquísimos que fueron donados por los promesantes. La idea es que esté terminado a fines de enero.
El rincón del viejo almacén será la nueva perlita del museo que se inauguró el pasado 6 de octubre. Desde entonces, según el administrador del lugar, Daniel Rojas, ya ingresaron cerca de 5.000 personas.
‘El museo va a ir creciendo indefectiblemente con el tiempo, porque su esencia es estar formado por objetos que llevan los promesantes, y que por alguna cosa u otra, se distinguen del resto‘, aseguró Rojas.
El almacén estará en uno de los sectores que hoy está destinado a muestras itinerantes. Allí colocarán una balanza, una registradora y una cortadora de fiambre, objetos que tienen casi un siglo de antigüedad. Además de las estanterías antiquísimas.
LOS TESOROS
Les llevó casi 20 meses realizar un catálogo compuesto por unos 600 elementos que brillan con luz propia entre todas las donaciones. Y fueron estos objetos los que comenzaron a exhibirse en el Museo de la Fe, que se inauguró con bombos y platillos, junto a otras obras del predio, como la ampliación del predio y sanitarios nuevos.
Entre los tesoros de las donaciones se destacan los guantes del afamado boxeador Nicolino ‘El Intocable‘ Locche; la toalla que envió Sandro tras el doble trasplante, antes de morir; el poncho de Flavio Zeballos, el arriero que construyó el primer oratorio en agradecimiento a la Difunta Correa; una imagen de oro puro de Deolinda o un libro impreso en el año 1.700, y hasta un grabado de la Ultima Cena, realizado en oro y plata y comprado en Estados Unidos.
El museo está dividido en sectores bien definidos: en Arrieros, Camioneros, Accesorios Varios, Armas Blancas y de Fuego, Muñecas, Deportes, Música y Vestidos. También hay una selección de unas 150.000 placas que también fueron llevadas por los promesantes a modo de agradecimiento por los favores recibidos por parte de la Difunta Correa.

