Hugo, uno de los dos mozos de la pizzería de Libertador y Ameghino, señalaba hacia el Oeste y preguntaba: "¿Alguna vez se pudo ver tan lejos como ahora?". La intención era mostrar que nunca estuvo tan desierta de gente la zona que es uno de los polos principales de bares y restaurantes de la ciudad.

Antenoche, pocos minutos después que el gobernador Sergio Uñac indicara como primer medida de las acciones contra la propagación del coronavirus la prohibición de permanencia de personas en bares y restaurantes y que sólo podían pasar a retirar un pedido de comida, era completamente desolador el panorama, que ya era valorado como paupérrimo por los consultados lo que había sucedido en los días anteriores.

Todos coincidían en que en una primera estimación entre lunes y martes, la caída de ventas era del 90% y quedaba evaluar si se abriría el local para expender exclusivamente comida para llevar. "Ni en las peores noches de invierno habíamos trabajado con tan poca gente como los días anteriores. Ni siquiera durante la Gripe A en 2009", recordó Hugo.

"Al mediodía sucedió exactamente lo mismo en estos días", indicó Claudia, administradora de un restaurante sobre lateral de Circunvalación.

En una lomoteca, Vanina indicó que dejó de ser moza para ayudar en el mostrador y consideró que la medidas son oportunas: "La verdad es que económicamente esto nos perjudica mucho a todos, empleados y dueños. Pero recuerdo que hace poco, durante la Fiesta del Sol, la cantidad de gente de otras provincias que atendíamos, de chilenos y españoles también, que pienso que la situación podría haber sido mucho peor".

El mismo ambiente había en Las Heras y San Luis, donde estaban prácticamente solos los carritos pancheros. Luis evaluaba con su familia si había que seguir abriendo durante los próximos días o directamente cerrar hasta que se recupere la normalidad de la vida pública. "Ya veníamos golpeados de antes por los problemas económicos en general, pero lo de ahora es inviable", aseguró.

La misma realidad se replicó en otro rubro relacionado a reuniones sociales como es el de salones para cumpleaños infantiles. En un repaso que realizó DIARIO DE CUYO previo a las últimas medidas, los propietarios de los locales afirmaban que ya desde la semana pasada comenzaron las reprogramaciones con las personas que habían reservado para el mes de marzo y que prácticamente se paralizó la contratación para más adelante. Lo mismo sucedió con salones donde se celebran casamientos y cumpleaños de 15.