No faltó ni la alfombra roja en plena calle. Ni las mesas y sillas vestidas. Ni el copetín de delicatessen y el brindis con champán. Ni los abrigos de piel y los trajes de caída perfecta. Ni el espectáculo importado del mismísimo Colón. Estuvo todo. La gala inaugural del Cine-Teatro de Albardón le dio anoche un brillo único al departamento, un lujo pocas veces visto, tanto en el flamante complejo cultural como en la carpa armada afuera para la ceremonia de apertura, calefaccionada, iluminada y decorada como un microclima de fiesta.

En total, casi 300 personas asistieron a la inauguración. La carpa era un reducto de elegancia total, donde la gente se acomodaba en torno a las mesas, frente a las tres pantallas planas que habían sido acomodadas para seguir el espectáculo desde ese lugar quien quedara afuera de la sala. A las 22 llegaron el gobernador Gioja y el vicegobernador Uñac, acompañados de sus esposas, junto a la intendenta Cristina López y su marido y diputado Juan Carlos Abarca. Eso marcó el inicio del copetín, subrayado por el vaivén del ejército de mozos con empanadas, sánguches, brochettes y bocaditos.

En la entrada, muchos se detenían unos segundos para firmar un libro gigante y estampar sus mensajes de aliento o agradecimiento. Y por ese espacio, donde el frío no metía la cola, se entremezclaban autoridades y personajes de la cultura sanjuanina.

Tras la bendición del párroco Raúl Zalazar vino el corte de cinta, a las 22.45. Entonces todo el mundo entró al teatro, que completaba el cuadro de lujo con su fachada de iluminación en distintos colores, su hall adornado con obras de artistas albardoneros y su sala acondicionada acústicamente. Al cierre de esta edición, comenzaba el espectáculo de los tenores Bravvi Tenori, que se repetirá esta noche y mañana a las 21, con entrada libre y gratuita.