No hizo falta que el animador invitara, todos estaban convidados y por eso apenas empezaron a sonar los acordes de una zamba, las gauchos y sus chinas dejaron las mesas para entregarse al baile. Y mientras desde el escenario bajaba la música, las parejas agitaban pañuelos en el aire, ante las miradas de los otros peregrinos que cenaban, la mayoría integrantes de las 45 agrupaciones que tiene la Federación Gaucha Sanjuanina (FGS). Fue en la III Peña Folclórica de la FSG, el evento de este tipo más importante que organizan y que se convirtió en una fija para los gauchos. Es que la consideran su noche imperdible, al punto que por segundo año tuvieron que cerrar las puertas porque la capacidad del salón fue colmada.

Unas 750 personas asistieron a la Peña Folclórica, 50 más que el año pasado y 250 más que la primera edición. Ayer, pasada la medianoche y cuando la velada estaba en pañales, el presidente de la FSG, Rubén Balmaceda, anunció que no había más lugares disponibles.

’Volvió a ser un éxito’, se ufanó el gaucho Balmaceda. Y aclaró que por la sorprendente convocatoria, analizan trasladarse a un salón más grande aún que el del Círculo Andaluz, donde hicieron la peña hasta ahora. La noche arrancó en los últimos minutos del sábado y terminó bien entrada la madrugada de ayer.

Una de las claves de la excelente convocatoria pasó por la calidad de los artistas y también por el precio de la comida: ningún plato costaba más de $35. Y todo bien casero, como los 300 litros de locro que prepararon, con abundante chorizo y panceta. Hubo 200 docenas de empanadas, olladas de callitos, sandwichs de jamón crudo y por supuesto, vino y del bueno. Pasada la 1 de la mañana, ya casi no quedaba comida para comprar.

A la velada, en tanto, no le faltó nada, música, poemas, brindis, baile y hasta una pausa para cantar el Himno.