Gissel Salinas se despertaba todas las noches cuando su hermanito se golpeaba la cabeza con el respaldar de la cuna en que dormía. Es que el espacio de esa cuna de caños no era suficiente para David, que ya cumplió dos años. Por eso, cuando a la nena de Pocito le dijeron que la llevarían a ver a la Presidenta durante su visita a San Juan, en agosto del año pasado, no dudó y decidió escribirle una carta pidiéndole una cama cucheta que compartiría con su hermano. El viernes pasado, 8 meses después del pedido, la familia recibió un camión enviado por el Gobierno de la Nación en el que, junto a la cucheta, llegaron de regalo muebles para toda la casa.

Andrea Videla, la madre de la nena de 11 años, todavía no puede creer lo que vivieron: "Tenemos casa y muebles nuevos", contó. Es que la familia, integrada por la mujer y sus tres hijos, fue una de las que recibió una casa en el barrio Teresa de Calcuta, en Pocito, en febrero pasado. Luego de que fue erradicada la casa de la villa Sánchez de Loria donde vivían, también en Pocito.

Cuando tuvo la oportunidad de pedir un regalo, Gissel no pensó en algo costoso o entretenido, sino en el dolor que le provocaba ver que Pipi, como le dice cariñosamente a su hermanito, no tenía un lugar cómodo para dormir. "Estoy muy contenta por mi hermanito. Escribí la carta con ilusión, pero pensaba que no nos iban a mandar nada", dijo Gissel con una sonrisa, sentada en sillas nuevas. Es que el camión que enviaron desde el Gobierno Nacional traía, además de la cucheta, una cama de una plaza, una de dos plazas, un ropero, una cocina, una mesa con sillas, sábanas y frazadas.

Todo comenzó en septiembre pasado, cuando Gissel fue con sus compañeritos de la escuela Jorge Washington hasta la empresa Maverick (ex Chincul), que Cristina de Kirchner inauguraba. Allí le dio su carta a un asistente de la Presidenta. Pero además de entregar el mensaje, que ella escribió y su mamá corrigió, la nena quería conocer a Cristina Fernández, y lo logró. "Ella estaba parada en la orilla de la calle, esperando que Cristina pasara. Y cuando se acercó en la camioneta pudo darle un beso", contó la mamá de la nena, que es maestra pero sólo ha podido conseguir cargos de suplencia.

Después de 8 meses de haber entregado la carta, la familia recibió la ayuda que tanto deseaba. Ahora los niños descansan en sus camas nuevas. En cuanto a la cocina Andrea comentó que "la casa traía una cocina, pienso vender la nueva y comprar un calefón porque no tenemos y nos bañamos con un vasito y agua que calentamos en la hornalla". Y contó que ya están pensando en ir al Centro Cívico a recibir a la Presidenta cuando llegue a San Juan el próximo 30 de abril. "Esta vez no vamos a pedir nada, vamos a agradecer", dijo Andrea con emoción.