El crujido de los cajones, el ir y venir de camionetas, las voces consultando precios y el bramido de las máquinas con las que se cortan las costeletas quedaron tapados por el rasguido de la guitarra y las voces de 2 cantores. Es que la Municipalidad de la Capital les regaló serenatas a los puesteros y clientes de la Feria Municipal ayer, en el marco de la actividad que se viene desarrollado como parte de los festejos del 9 de julio.

Pasadas las 10, la rutina de la feria estaba marcada como un relojito, hasta que la música invadió los espacios. Diego Villegas y Néstor Guardia entraron cantándole a la imagen de la Virgen en el ingreso de la feria, para después avanzar entre los puestos. “Ya llevamos serenatas a los barrios y decidimos regalarles algunas a los puesteros de la Feria. Ellos son gente que se esfuerza todos los días y se levanta muy temprano para ofrecernos un servicio”, dijo Luis Meglioli, del área de Cultura municipal.

Cada vez que los músicos llegaron a un sector nuevo, los trabajadores levantaron la vista de golpe. Después, dejaron las frutas y verduras por unos minutos, se sacudieron las manos en los pantalones, se cruzaron de brazos y se dispusieron a escuchar. “Hace 30 años que trabajo acá y es la primera vez que veo una cosa así. Me encanta el folclore y esto me parece algo diferente que rompe lo que hacemos todos los días”, aseguró Alfredo Molina, quien se había levantado a las 5 para recolectar la verdura y viajar de Pocito a Capital.

Mientras los músicos caminaban cantando, la gente los acompañó con las letras, les prestó atención y hasta silbó o vitoreó con varios: “¡Eso!”. “Creí que era una radio que alguien había prendido, pero justo los vi entrar con la guitarra. La verdad que está muy bueno que hagan cosas”, comentó Adriana Aguilera, desde un puesto avícola.

Mientras, muchas personas desembolsillaban sus celulares para sacar fotos, Guardia explicó que “nos pone muy felices poder hacer esto. Es importante llevar la cultura a todos lados”.