El primer registro que se tiene del molino harinero de Huaco es de un censo realizado en 1850. Pero hay versiones que aseguran que esas instalaciones fueron construidas en 1790. Cerca de 1870 hubo que reconstruirlo, con un nuevo sistema de rueda y rodezno que permitió avances en la limpieza, molienda y cernido del trigo. Estuvo funcionando hasta 1968 y luego paró la molienda. En el 2004 se consiguió el aporte de la Nación de 70.000 pesos, más 20.000 de las arcas provinciales, para refaccionarlo, mediante un convenio entre el Gobierno, el municipio jachallero y la UNSJ. En el 2005 empezó a moler y a obtenerse harina otra vez, pero en pequeñas cantidades, sólo como atractivo turístico. Ahora lo cuida Santos Arcenia Castro.
