Julio Alvarez decidió suspender las clases de apoyo que dicta a diario para ir con su esposa y tres hijos a la marcha para festejar el Día del Niño por Nacer. Acompañó a su esposa porque dice que "la maternidad y la responsabilidad de traer un hijo al mundo es compromiso y competencia de la pareja, y no sólo de la mujer."
Ayer por la tarde siguieron las actividades previstas para celebrar el Día del Niño por Nacer (en conmemoración de la Anunciación del Angel Gabriel a María), organizadas por PROVIDA. Se hizo una marcha en la que participaron familias completas para defender el derecho a la vida y agradecer a Dios el haberlos bendecido con la felicidad de un hijo.
Más de 200 personas se congregaron en la plaza Aberastain para luego partir hacia el cruce de las peatonales. Y la marcha fue encabezada por los verdaderos protagonistas del evento. Niños de entre 4 y 7 años portaron carteles con leyendas a favor de la vida y contra el aborto.
El acto alcanzó el pico de emoción en la peatonal cuando Maira habló de su historia personal para demostrar que nadie tiene el derecho de impedir un nacimiento. Contó que durante su primer embarazo hace 4 años tuvo problemas de placenta y su beba nació con sólo 5 meses de gestación y 900 gramos de peso. Estuvo 5 meses en terapia, pero sobrevivió. La llamó Milagros.

