�El proyecto oficialista que pretende colocarle un impuesto del 1% a la facturación de las bebidas alcohólicas como el vino, los cigarrillos y otros alimentos ‘no saludables” aspira a recaudar fondos para aumentar la Asignación Universal por Hijo para niños de entre 4 y 18 años que practiquen deportes, y crear complejos deportivos. Además con el dinero se busca financiar la creación de un Consejo Municipal del Deporte en cada uno de los más de 2.000 municipios del país, centros de alto rendimiento regionales y un consejo federal que sea capaz de sortear las políticas de turno y determine las estrategias y el uso de los recursos generados para el deporte. El impuesto se aplicará a las bebidas alcohólicas y los cigarrillos en su precio de venta al público, o sea que será pagado directamente por los consumidores. Por otra parte, en los alimentos considerados no saludables, que incluyen desde gaseosas y jugos hasta galletitas y golosinas, la alícuota sería menor. La iniciativa ingresaría en la reforma de la actual Ley del Deporte.