Los aplausos estallaron cuando Jorge Luis Borges, con bastón incluido, se acercó al palco para saludar al intendente. La ovación aumentó cuando San Martín, montado a caballo, tomó el micrófono y dijo: “Seamos libres y que lo demás no importe”. Aunque lo que más conmovió a la gente es que estos personajes no superaban el metro de estatura. Fue porque estuvieron representados por los chicos de los jardines de infantes de Chimbas que, por primera vez, fueron protagonistas exclusivos de un desfile en ese departamento.
Fue por esta actividad, que sirvió para cerrar la Semana de los Jardines de Infantes, que una multitud se reunió en calle Mendoza, frente a la plaza para ver cómo los más chicos caminaron inmutables luciendo sus pintorcitos.
Unos 3.000 niños del Nivel Inicial participaron del desfile cuyo lema fue “Hombres y mujeres del Bicentenario”. Por eso, cada escuela estuvo encabezada por un personaje destacado de la historia argentina. Así pasaron desde el poeta Arturo Capdevilla, hasta Fray Justo Santa María de Oro. Estuvo Sarmiento, las Patricias Sanjuaninas y el Comandante Cabot. A ellos se sumó Mercedes Sosa, Juan Jufré, Manuel Belgrano y un mini Piazzola que lució orgulloso su bandoneón mientras pasaba por el palco. Otro momento emotivo fue cuando Verónica, una nena que es sobrina nieta de Carmen Peñaloza de Varese, encabezó la columna de chicos de la escuela que está en Chimbas y que lleva el nombre de la jachallera.
Hubo mucha emoción por parte de los papás que se apostaron al costado de la calle para aplaudir, sacar fotos y no perderse un detalle. Mientras que los chicos estaban ansiosos por caminar. Lo hicieron rápido, sin perder el ritmo y con la vista al frente, tal como lo ensayaron durante la semana. De punta en blanco, las nenas con el pelo tomado con cintas de colores y los nenes con zapatos bien lustrados, marcaron el paso mientras avanzaban de la mano de sus seños.
El desfile no duró más de una hora y comenzó cerca de las 10. El buen clima hizo que las familias llegaran a lugar bien temprano para conseguir una buena posición. En la cuadra de la plaza había sillas para que el público se sentara. Como en todo desfile, no faltaron los vendedores ambulantes que ofrecían a los niños desde copos de algodón hasta globos multicolores. Concluyó con el paso de la agrupación gaucha “Tradición y Amistad”, ante una lluvia de papeles.
