Cuando el sábado pasado se realizó en San Juan una nueva marcha del ‘Ni una menos’, muchos de los ojos y comentarios de los sanjuaninos se concentraron en ‘la chica que se desnudó’. Una imagen de una joven sin su ropa y exhibiendo carteles en repudio de todo tipo de violencia sacudió a buena parte de la opinión pública.
Según se sabe, se trató del primer desnudo en una protesta en San Juan.
Detrás de esa foto de un cuerpo desnudo hay una historia de fuerte compromiso con la causa. La protagonista de la intervención -duró un minuto y medio- fue Jésica González, que con sus 27 años a cuesta tiene en su haber ser víctima de violencia de género, hechos que la marcaron y multiplicaron su compromiso.
DIARIO DE CUYO dialogó con Jésica y reconstruyó el detrás de escena de la foto que generó tanta polémica. "Me crié en una casa donde mi viejo no me discriminó por ser mujer, a los 12 años aprendí a soldar, para que te des una idea. Cuando me fui haciendo grande empecé a ver que la sociedad de coarta muchas cosas", empezó a contar esta tanguera -baila, da clases y creó la Asociación de Milongueros de San Juan- que también estudia Ciencias de la Educación y trabaja organizando eventos culturales y cafés literarios. Es militante del Partido Comunista, fue organizadora de la primera marcha y participante de la segunda.
Luego, dio algunos detalles de por qué su compromiso con el colectivo ‘Ni una menos’: "Sufrí violencia de género con una expareja, sufrí violencia de género en la Facultad de Ciencias Sociales en el 2010. En el primer caso, hubo violencia simbólica, psicológica y física y hay denuncias sobre eso. También denuncié cuando presencié acoso callejero hacia otras personas", detalló.
Es más, precisó que esa expareja llegó a extorsionarla con una foto de ella desnuda; "es un tipo de violencia muy común que muchas mujeres no se animan a denunciar porque es más fácil ir a denunciar con una piña en el ojo que ir a decir que te extorsionan con una foto".
En tanto que sobre la polémica que se armó con el desnudo dijo que "era esperable" y que "lo tenía decidido, fue organizado, yo pedí el permiso si el colectivo ‘Ni una menos’ me lo autorizaba". Reconoció que, tal vez, el prejuicio de la gente tenía que ver en que sólo vio la foto y no toda la intervención, "tuvo un sentido", aclaró.
"Lo que molesta es que nos digan cómo salir a protestar. La idea era romper con el ‘acá no pasa nada’", enfatizó Jésica.
El video de la intervención en la marcha ‘Ni una menos’