Los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, tres de ellos sanjuaninos, hundido en 2017, fueron homenajeados y ascendidos post mortem en un acto encabezado esta mañana por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, en la Base Naval de Mar del Plata.
Ricardo Gabriel Alfaro, Cayetano Vargas y Renzo David Martín Silva dejaron su vida en el buque.
Frente a familiares del submarinistas fallecidos tres años atrás, Rossi reafirmó el "compromiso con la justicia" del Gobierno y adelantó que el 27 de este mes se reunirá con las esposas de los tripulantes del ARA San Juan para seguir aportando a la resolución de problemas de las familias.
Durante la ceremonia, que se realizó bajo los protocolos sanitarios exigidos por la pandemia de coronavirus, se entregó a las familias el Pabellón Nacional, jinetas y espadas correspondientes al ascenso post mortem de los 44 submarinistas dispuesto por el presidente Alberto Fernández el pasado 3 de marzo.
El 15 de noviembre de 2017, la Armada perdió la posición del navío con 44 marinos, tras el contacto establecido a las 7.30 de la mañana.
La última posición conocida fue en el área de operaciones del Golfo San Jorge, a 240 millas náuticas (a 432 kilómetros de la costa), al sudoeste de la Península Valdés. Recién un año después, el 17 de noviembre de 2018, la empresa privada Ocean Infinity informó el hallazgo del submarino, muy cerca del punto de último contacto y a 907 metros de profundidad.
Los tres sanjuaninos partieron muy jóvenes para alistarse en la Marina, con el sueño de ser militares y defender la soberanía. Ingresaron a la Escuela Naval Militar también con el objetivo de buscar un mejor futuro personal. En el camino descubrieron que amaban su trabajo. Se esforzaron durante muchos años y formaron sus familias lejos de la provincia que los vio nacer. Y justamente fue en pleno viaje militar que fueron cruzados por la tragedia. A los marinos sanjuaninos los definieron como buenas personas, responsables y apasionados por su uniforme.
Alfaro, de 37 años de edad, fue el primer sanjuanino identificado como parte de la tripulación del ARA San Juan. Hasta que se fue a la Marina vivió en el Barrio Aramburu, en Rivadavia.
Ricardo se casó con Andrea Mereles y tuvo dos hijos. Formó su hogar en Mar del Plata y desde hacía 4 años estaba embarcado en el submarino. Este era su último año. Llegó a ser Suboficial Segundo y tenía a cargo la cocina del ARA San Juan.
El segundo sanjuanino identificado como parte del submarino fue Cayetano Vargas, de 45 años. Él pasó más de la mitad de su vida en Mar del Plata donde se casó y tuvo dos hijos. En un primer momento se dijo que el hombre es oriundo de Angaco, pero una prima suya comentó que nació en San Martín y que ahí pasó parte de su infancia. Partió de San Juan hace varios años, calculan que cuando tenía 20 años, y llegó al rango de Suboficial Segundo.
Cayetano hizo sus estudios en el Colegio Luján y durante muchos años vivió en el barrio Las Heras, en Capital, donde actualmente siguen viviendo sus papás.
Renzo David Martín Silva, de 32 años y Teniente de Fragata, fue el tercer sanjuanino identificado como parte de la tripulación. Sus allegados lo definieron como un submarinista apasionado y comprometido con su trabajo. Ingresó a la Escuela Naval Militar a los 18 años y si bien es nacido en la provincia su familia no se encuentra arraigada en esta tierra. Hay integrantes que viven en Mendoza y otros en el exterior, incluido su papá.